Las 400 páginas de reforma fiscal que la ‘comisión de expertos’ ha propuesto al Gobierno de Mariano Rajoy muestra intención de rebajar el peso de los impuestos directos en beneficio de los indirectos, aumentando incluso el IVA de los artículos de primera necesidad, algo muy negativo para la mayoría de los consumidores. Pero no sólo eso. Las entidades financieras han visto el ‘informe Lagares’ como la palanca para poner en marcha nuevos productos de ahorro vinculados a la jubilación.
El informe defiende que “el contribuyente es quien mejor conoce dónde deben colocarse tales ahorros conforme a sus propias preferencias” y recomienda ampliar el régimen fiscal que ahora disfrutan los planes de pensiones para extenderlo a «aportaciones a cuentas bancarias especiales», con el requisito de que no pueda retirarse el ahorro acumulado hasta el momento de la jubilación.
Es decir, según explican varios expertos, se crearía una especie de ‘cuenta ahorro vivienda’ pero pensada para la jubilación en la que sería el cliente quien tomara las decisiones de inversión. Y la banca tendría por tanto un nuevo producto financiero que ofrecer, aunque la comisión no da detalles sobre su constitución. “Sería difícil de articular, los planes de pensiones están ya muy controlados por la administración fiscal en cuanto a las aportaciones y las prestaciones”, apunta Victoria Rubio, fiscalista de clientes de banca personal de Citi en declaraciones a CincoDías.
Pero a otros analistas esta nueva cuenta de ahorro les parece una maravillosa oportunidad de negocio para el sector bancario. Y recuerdan que en EEUU hay productos similares en los cuales el titular disfruta del beneficio fiscal en la aportación a la jubilación con independencia de si esa aportación invierte en un depósito, en deuda o en un fondo. El requisito es que no se toque ese ahorro hasta la jubilación.
Sea como sea, la aparición de nuevas figuras de ahorro para atraer liquidez de los ahorradores hacia la jubilación vuelven a abrir el melón de productos tóxicos, con riesgo, con menor liquidez y sin garantías, ante los cuales los consumidores debemos estar absolutamente vigilantes. Que aquellos ahorradores que tengan posibilidades y conocimientos para ello recurran al ahorro jubilación como previsión pasra complementar sus futuras pensiones no tiene nada de malo. Pero la proliferación de gastos, comisiones y artimañas de la banca para atrapar el difícil ahorro de los consumidores es un peligro contra el que ADICAE seguirá luchando.