ADICAE pondrá en conocimiento del Banco de España el aumento de reclamaciones por parte de usuarios a los que les están llegando inesperadas notificaciones bancarias de parte de Ibercaja. El banco comunica al cliente la supuesta existencia de comisiones no abonadas por mantenimiento y descubiertos en cuentas corrientes ya sin uso desde hace mucho tiempo, incluso de titulares ya fallecidos. Los usuarios atendidos por la Asociación reconocen la sorpresa y la alarma que les supone la lectura de estas cartas.

Unas notificaciones de las que se deduce una directriz de la dirección de Ibercaja Banco para hacer cuadrar sus balances a costa de los consumidores, justo en un momento en el que las exigencias de liquidez a los bancos y los problemas derivados de la crisis económica están en su máximo apogeo. La comisión por mantenimiento de cuenta corriente de Ibercaja se ha duplicado entre 2007 y 2012, y ahora está en los 60 euros anuales.

 Mucho retraso, poca transparencia 

Exigir ahora estos gastos, después de incluso más de diez años sin haberlo hecho, es absolutamente inadmisible, por lo que hay que denunciar nuevamente el intento de la banca de hacer cargar sobre los consumidores su mala gestión, su mala práctica trufada de mala fe. Como ejemplo, una de las comunicaciones, que alude a un “contrato de descubierto” fechado en 2001. “Durante estos doce años, Ibercaja ha tenido suficiente tiempo para hacer una gestión correcta de esta libreta, y notificar y advertir al cliente para prevenirle del incremento de posibles costes”, señalan los juristas de ADICAE. “No es legítimo permitir la acumulación de estos sobrecostes sin cumplir la obligación que tiene la entidad de informar al usuario; Ibercaja quiere hacer cargar esta mala gestión sobre los bolsillos de sus clientes”.

Además, extraña la falta de información que se pone a disposición del cliente. En la notificación que recibe el usuario no se comunica qué supuesto importe adeuda, ni en qué momento lo ha generado, ni si está sometido a intereses, cláusulas o condiciones que lo hayan ido modificando y lo modifiquen a lo largo del paso del tiempo. Otro ejemplo de práctica abusiva en toda regla. En otra de las quejas recibidas por este asunto, el cliente atestigua haber tenido que ir en persona a su oficina bancaria para que le informasen del importe que se supone que tenía pendiente, en este caso 300 euros. Este consumidor afirma que había pactado con su entidad el cierre de la cuenta en 2007 en el caso de que quedase sin actividad. No se le hizo caso; Ibercaja no contempla tampoco estos supuestos en los que pacta condiciones personalizadas para sus libretas, incluso eliminar las comisiones en algunos casos.

 La aparición de un ‘fondo buitre’ 

Más aún. En sus cartas, Ibercaja Banco comunica que externaliza el cobro de estas supuestas obligaciones de pago a un fondo de inversión privado radicado en Luxemburgo, York Global Finance, un ‘fondo buitre’ transnacional. ADICAE muestra su completo rechazo a esta práctica, manteniendo que era perfectamente posible haber evitado estas situaciones que son competencia y responsabilidad de Ibercaja. La asociación sigue recopilando información al respecto para llevarla ante el Banco de España. Casos como éste demuestran la necesidad de una normativa más clara y protectora para que los usuarios no tengan que sufrir prácticas como éstas.

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