Las familias intentan sobrevivir a la crisis como pueden. Han aumentado considerablemente su capacidad de ahorro –destinado a pagar deudas- y gestionan mejor su economía que hace varios años. Y están empleando sus ahorros en pagar sus créditos. Los consumidores están cumpliendo, pero no se les ofrece ninguna medida para paliar su angustiosa situación económica.

Según datos del Banco de España, la deuda crediticia de las familias (hipotecaria y al consumo) ascendía en abril de 2012 a 855.840 millones de euros. De esa cantidad, 660.098 millones corresponde a préstamos para adquirir vivienda. En abril de 2011 ese saldo vivo era de 887.178 millones de euros, por lo que se ha reducido en un 3’5%. Es más, en 2009 dicho saldo ascendía a 903.342 millones y en 2010 a 898.146 millones. En solo dos años las familias han ‘devuelto’ casi 43.000 millones de euros.

Como se puede comprobar, las familias están pagando sus deudas. De hecho, a pesar de los problemas de paro existentes actualmente en España, con una tasa de desempleo del 24’1%, apenas ha aumentado la ratio de morosidad de las personas físicas, que ha pasado del 3% de diciembre de 2010 al 3’4% de diciembre de 2011. En el sector de la construcción esta misma ratio pasó del 13’5% al 20’9%, y en el resto de empresas del 4’5% al 6%. Si alguien está haciendo un esfuerzo para cumplir con sus exigencias de pago son, efectivamente, las familias. A las que no se les ayuda, ni siquiera mínimamente.

¿A qué va destinado el ahorro familiar? Lo que logran ahorrar prefieren destinarlo a pagar sus créditos pendientes –lo que se llama ‘desapalancamiento’- que a volver a contraer deudas o a consumir. En 2011 los hogares disminuyeron su tasa de ahorro en 2’3 puntos, hasta situarse en 11’6% de su renta disponible, según datos del INE.

Mientras hacen estos esfuerzos titánicos para salir de la crisis, las familias no reciben más que palos en las ruedas de su economía. Para las familias, la concesión del crédito se ha reducido de media en un 2’9% en diciembre de 2011 respecto a diciembre de 2010. El crédito al consumo, de hecho, descendió un 8’8%, y para adquisición de vivienda bajó en un 1’6% para el mismo periodo.

¿Por qué desciende el crédito? Las economías domésticas están seriamente afectadas por la situación económica –ya hay más de 1’7 millones de familias con todos sus miembros en el paro- y no piden créditos. Los bancos prestan menos puesto que, ya que el riesgo de no devolver el dinero es mayor debido a la situación económica, prefieren no dar créditos. Independientemente de que la Banca de más o menos crédito para la adquisición de vivienda, lo más importante es cómo se concede: deben ser créditos justos

Y, por si fuera poco, cientos de miles de familias ya se han visto despojadas de su vivienda en los infernales procesos de ejecución hipotecaria que, además de la pérdida de la vivienda, obligan a las familias a seguir pagando la vivienda al banco y, además, a hacerse cargo de costosos costes judiciales, lo que conlleva una condena económica prácticamente vitalicia ya que se embargan los salarios, las pensiones,…

ADICAE considera que no todos los grupos económicos están haciendo los mismos esfuerzos que las familias para salir de la crisis y que, sin embargo, es a las familias a las que se les pone más trabas para conseguirlo. Por ello seguiremos exigiendo que el Gobierno tome medidas para que fluya el crédito hacia las familias y que apruebe de una vez por todas la moratoria hipotecaria de 3 años presentada por ADICAE hace varios meses. Es de Justicia.

 

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