«Los cambios bruscos de un día para otro serían perjudiciales para nuestro sector financiero y para futuras hipotecas y eso es algo que debemos tener en cuenta», ha afirmado la ministra de Economía, en su día Ministra de Consumo, dando la espalda de nuevo a lo que la sociedad demanda.
No extraña esta actitud de la señora Salgado, que en sus años como titular de economía se ha comportado como fiel agente comercial de la banca. Su comportamiento de defensora de la banca ya se puso de manifiesto a propósito de los “clips hipotecarios” que están suponiendo la ruina para miles de familias. En su intervención en el Pleno del Senado a principios de noviembre de 2009, la vicepresidenta
segunda del Gobierno llegó a decir que los clientes de las entidades financieras tienen «total libertad» para aceptar estos productos o no, y añadió que lo que se debe exigir a las entidades es que ofrezcan «información veraz y transparente».
Vergonzosas declaraciones que ponen una vez más de manifiesto que el cargo de Ministros de Economía sólo sirve a los intereses de la banca. Demuestra que es incapaz de articular una serie de mínimas medidas justas para los cientos de miles de consumidores que siguen sufriendo el acoso de la banca.