Bancos y cajas de ahorros continúan sangrando a los consumidores en la redacción de sus contratos hipotecarios imponiendo condiciones abusivas. Si usted, querido lector, tiene la suerte de que una entidad financiera le conceda una hipoteca, tiene que tener muchísimo cuidado con las múltiples trampas que las entidades financieras siguen incluyendo en las mismas a pesar de que se trata, en líneas generales, de condiciones similares a las que causaron la burbuja inmobiliaria y derivaron en la actual crisis económica.

De hecho han recuperado productos como la financiación de la hipoteca al 100% – que estaba en vías de extinción- y parecen haberse normalizado los préstamos a 50 años, o incluso más. Indicios de que el precio de las viviendas sigue sin bajar. Asimismo, continúan ‘exigiendo’ una fuerte vinculación: domiciliar nómina, recibos, tarjetas de crédito, seguros de hogar y de vida -en algunos casos también de pagos o de desempleo- y, lamentablemente, empieza a extenderse la exigencia de suscribir un fondo de inversión o un plan de pensiones. Todo ello tiene un coste en forma de múltiples comisiones, por lo que dependiendo de la rebaja del diferencial no merece la pena contratar determinados productos.

 ‘Hipotecas burbuja’, o incluso peores 

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra… y la Banca parece dispuesta a hacerle caer las veces que haga falta con tal de no ver mermado su margen de beneficios. Ampliando al máximo la financiación y el plazo de amortización o la flexibilidad (cinco años de carencia inicial, tiempo durante el cual no se amortiza el capital que se debe, sino que sólo se pagan intereses), las entidades están pisando el acelerador para reactivar la venta de sus viviendas, pero sin bajar los precios. Estos son los ‘peligros’ a los que se enfrentan aquellos que, ahora, quieran suscribir una hipoteca. Pero, como veremos a continuación, se unen los ya existentes, causantes de la burbuja inmobiliaria, y que nunca se han ido: cláusulas suelo y clips hipotecarios.

 ADICAE lucha contra las abusivas ‘cláusulas suelo’‘  

El préstamo hipotecario es la principal carga de endeudamiento sobre los presupuestos familiares de los españoles. Una situación agravada en el caso de aquellos consumidores que, aún sin saberlo, tienen una cláusula suelo o un clip hipotecario implementados en su hipoteca. Este tipo de cláusulas hacen referencia a las limitaciones que las entidades financieras incluyen en las escrituras de los préstamos hipotecarios, restringiendo las subidas o bajadas de los ti- pos de interés hasta el tope fijado en el contrato, que suele ser en torno al 3%, aunque se tiene certeza de casos en los que se llegó a incluir un 6%. Son barreras que impiden que el consumidor pueda beneficiarse del descenso de los tipos.

Es una situación de extrema gravedad para muchas familias al límite de su capacidad de pago, que requiere soluciones que excedan a la mera vía judicial, lenta y costosa. Por ello ADICAE propone una reforma legal para declararlas abusivas y eliminarlas. De hecho la Asociación efectuó un informe económico – jurídico sobre la repercusión a las economías familiares de estas prácticas y la necesidad de su regulación expresa como cláusula abusiva que se envió a los diferentes grupos parlamentarios. Un documento que la clase política recibió y acogió con interés, comprometiéndose a buscar una solución beneficiosa para los derechos de los consumidores. Sin embargo estas ‘buenas palabras’ se han quedado, finalmente, en nada.

 Lucha por ‘convencer’ a la clase política 

Con el aval del informe realizado por ADICAE el Partido Popular presentó en el Senado una proposición de Ley sobre cláusulas suelo. Esta propuesta tenía, dos días antes de su votación, apoyos suficientes para ser aprobada. Sin embargo acabó siendo rechazada. Al parecer la Asociación Española de Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) presionaron a los grupos políticos para que retirasen su apoyo. Y el PSOE también se empleó a fondo para ello. Durante el debate todos los grupos destacaron la necesidad de afrontar legislativamente el problema y el PSOE se comprometió a abordar definitivamente el debate en el último trimestre del año. Sin embargo, todavía no hay respuesta. ¿Volverá este grupo parlamentario a incumplir su compromiso con los consumidores?

 La situación se descubrió en 2007 

En 2007 salieron a la luz los contratos de préstamo con garantía hipotecaria que incluyen estos abusos y que limitan los derechos de los consumidores atendiendo a su redacción y al contexto económico en que fueron suscritos, aunque sus consecuencias perjudiciales para los consumidores pueden extenderse más años.

Entre 2006 y 2009 se constituyeron 2.955.610 hipotecas a tipo variable, según el Instituto Nacional de Estadística y la Asociación Hipotecaria Española. El 80% contienen cláusulas abusivas. ADICAE ha detectado demasiadas entidades que las han incluido en sus hipotecas, y lamentablemente todo apunta a que la totalidad de las cajas de ahorros lo han hecho y que, en cuanto a los bancos, sólo unos pocos se abstuvieron.

Un total de 6.577.295 familias estarán siendo víctimas de perjuicios que oscilan entre los 1.200 y los 2.300 euros anuales, dejando al margen los casos más sangrantes de suelos del 6%, que causan un perjuicio anual de 6.000 euros. En el mejor de los casos, 1.773.366 consumidores están siendo víctimas de este abuso bancario.

 Las entidades sólo buscaban lucrarse: si usted ha sufrido abusos en su hipoteca, no se resigne  

Cualquier entidad que estableciese una cláusula suelo o un clip hipotecario del 3% o superior desde octubre de 2008 buscaba lucrarse a costa del consumidor, puesto que se vislumbraba la bajada de tipos por la intervención del Banco Central Europeo. Bancos y cajas eran conscientes de que el Euribor iba a bajar. El índice referencial para la mayoría de las hipotecas bajó del 3’5% (cláusula suelo media) en enero de 2009, por lo que desde entonces el consumidor comenzó a pagar más intereses de lo que marca la realidad económica. A partir de febrero de dicho año todo consumidor que haya revisado su cuota hipotecaria acumula pérdidas económicas.

El perjuicio sufrido para quien revisase su cuota en diciembre de 2009 oscila entre los 1.304’16 y los 2.212’68 euros, dependiendo del diferencial que tenga establecido (entre el 0’5 y el 1’25%). Debido a que los tipos siguen a la baja, los usuarios seguirán viéndose perjudicados. ADICAE seguirá luchando para que se ponga fin a esta situación.

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