Que la economía la puede gestionar hasta un consumidor medio que lleva las cuentas de su casa lo sabe hasta el más pintado. Otra cosa es que “llevar la economía nacional” suponga en el fondo hacer piruetas y disimulos para favorecer a los de siempre sin que se note.
Ahora, el Banco de España y la CNMV quieren educar a través de una web a los consumidores a llevar sus cuentas y contratos financieros. Resulta que los problemas que tienen los consumidores no se deben a los escándalos, ni a una mala supervisión y control (por falta de medios o de competencia o de interés, etc.). No, qué va… se debe a que no saben cuánto son “dos más dos”… Una cosa es educar a consumidores críticos, lo cual es necesario, y otra es arrojarlos a los caballos, mejor a los tiburones, del mercado financiero con cuatro lecciones “en cuatro tardes” como dijo aquel, y a cuatro gatos. Luego, si se equivocan a la hora de comprar un fondo inmobiliario o dejar sus ahorros en una gencia de Valores con caja B no es su problema.
“La libertad del consumidor”, podrán decir. ¡Venga hombre, seriedad! El Banco de España, que no ha sido capaz de meter en cintura a los bancos y cajas con el abuso del crédito, viene ahora a darnos clases… ¿Será que no puede con los de su talla? ¡Basta ya de que vaya dando lecciones que él mismo no puede aplicar a quienes sirve de patronal pública mal disimulada! Más les valdría prohibir muchos productos de ahorro tóxicos, miles de hipotecas abusivas y tipos usurarios, controlar la publicidad financiera (un auténtico cachondeo y cada vez menos controlada) y dar un “palo” gordo de vez en cuando a quien vende productos basura…
