Los consumidores son los que están pagando los excesos de los bancos y cajas… y para eso cuentan con el visto bueno del Banco de España. El último ejemplo, un reciente informe donde poco menos que responsabiliza a los propios consumidores del «uso de las clausulas suelo.» La inutilidad funcional del Banco de España, acreditada durante los años de una burbuja inmobiliaria que no se atrevió a denunciar, es escandalosa para los consumidores. ADICAE ya ha iniciado actuaciones judiciales para acabar con este abuso en cientos de miles de hipotecas
El Pleno del Senado aprobó por unanimidad el 23 de septiembre una moción del Partido Popular, pactada con CiU, que instaba al Gobierno a actuar contra las «prácticas abusivas» de algunas entidades en relación a la revisión de las hipotecas, por lo que solicitaba al Banco de España un informe sobre las cláusulas de los préstamos y la «efectiva traslación» de los descensos del euribor a las cuotas. Dicho informe se elaboró el pasado 16 de abril, y ahora se ha hecho público. El Banco de España, presidido por Fernández Ordóñez, llega a la conclusión de que esta cláusula es importantísima para la banca, que cuenta con los suelos como un factor clave para «la estabilización de los rendimientos» de la banca. O sea: se pueden pisar los derechos de los consumidores (aunque sea un principio de la Constitución) bajo el criterio de los «benficios a toda costa»… En la esencia de esta perversidad se halla la simiente de la burbuja hipotecaria que está golpeando la economía, que arrastra a cientos de miles de familia a perder su vivienda y que fue consentida cual Pilatos por el Banco de España, precisamente por los «beneficios» a toda costa para la casta financiera de este país.
El Banco de España leal servidor de sus amos
Todo el informe parte de una premisa que parece preconcebida: las «cláusulas suelo» benefician a la banca… a partir de ahí el Banco de España, asumiendo funciones propias del lobby bancario, desplega toda su seudo argumentación tendenciosa y servil hacia sus amos. Y para ello, no hay más que leer el «informe. El documento viene a decir que hay que «concienciar a la clientela de los riesgos que representa la contratación de productos a largo plazo a tipo de interés variable» (¿porqué toleró hipotecas a 40 años, entonces?), y que estas claúsulas son un «elemento de estabilización de costes» para los consumidores. ¿Qué cláusulas ha analizado el Banco de España? A tenor de sus conclusiones es evidente que ninguna y menos con objetividad de un servidor público, en este caso «presunto».
EL Banco de España mira deliberadamente a otro lado
Estas cláusulas tal y como han sido incorporadas a los préstamo con garantía hipotecaria, constituyen un auténtico desequilibrio en los derechos y obligaciones de las partes en perjuicio de los consumidores. Y ello porque la “cláusula suelo” se halla configurada de tal forma en su redacción que el cliente no se beneficia de las bajadas de los tipos de interés en toda su extensión. Puestas en necesaria relación con las correlativas “cláusulas techo”, en los supuestos en que se han incluido, no guardan proporción equitativa con los porcentajes elevados por las que se han estipulado tales “techos”, prácticamente de imposible aplicación dado el contexto económico actual, a medio o incluso a largo plazo: un suelo del 3 ó el 4… y techos de hasta un 13% ¿alguien prevé que los tipos vayan a subir por encima del 13%, y menos con la que está cayendo?. Por no hablar del conocimiento que ya tenían los servicios de estudios de bancos y cajas, cuando impusieron estas clausulas, de que el escenario de tipos inminente, empujado por la crisis, era de descenso. Los ejemplos abundan, pero como muestra un botón.
El Servicio de Estudios Económicos del BBVA, en su informe sobre la Situación del Consumo del primer semestre del 2008 (página 5) dice: “además, el BCE muestra preocupación por el control de los precios ante las tensiones inflacionistas surgidas desde finales del año pasado.(…) Concretamente, prevemos dos bajadas de tipos de 25 puntos básicos, una en septiembre y otra en diciembre.” Los ejemplos son variados, y aun así sabiendo el contexto, impusieron estas cláusulas. ¿Porqué el Banco de España mira a otro lado?
¿Alguien se cree la «competencia» bancaria en España?
La cobardía del Banco de España, a que tan acostumbrado nos tiene ya a los consumidores, se conjuga con una muestra de hipocresía que exigiría del Parlamento tomar cartas en el asunto. Después de argumentar las «bondades macroeconómicas» de estas abusivas cláusulas, dice que el Banco de España «no puede pronunciarse sobre» la cuestión de la desproporción… ¡para después hacerlo para defender a la banca! Para ello utiliza un argumento vergonzoso y falso: la «amplísima competencia existente en este mercado» Muy cínico hay que ser para esgrimir el argumento de la «competencia» en un mercado como el bancario en España, cuyos máximos acaparadores son fruto de la fusión consentida por los aparatos del Estado de varios bancos históricos en nuestro país. Además, no hay más que ver la escasa cuota de mercado de la banca foránea o que se toleren relaciones propias de un clan familiar(Banesto y Santander por ejemplo), las participaciones cruzadas de acciones entre entidades, las Cajas de AHorros propietarias de banquitos, etc…. Por no hablar de los cientos de miles de familias esposadas al banco por hipotecas de largo alcance y con multitud de productos vinculados e innecesarios que encarecen los costes. Este es el mercado «competente» que quiere el Banco de España.
Un organismo caduco, ineficaz y servil
Llegados a este punto cabe preguntarse sobre la utilidad del Banco de España para la ciudadanía: ¿porqué no prohibió las hipotecas a 40 años o 50? Es más, ¿porqué no denunció la escalada de precios de la vivienda o su sobrevaloración, de la que era plenamente consciente como demuestran sus informes de 2004? Y ahora quiere solucionarlo todo con «educación financiera», ese lavado de cara para abandonar a los tiburones todavía más al consumidor y que en el fondo sólo sirve para reconocer el fracaso de su labor supervisora. Su presidente, Fernández Ordóñez anda más preocupado del «excesivo» sueldo de los mileuristas que de las sustanciosas ganacias bancarias nacidas de trampas como las cláusulas suelo.
De su cobardía es muestra la acusación que hace a los consumidores, la parte más débil, a quienes acusa en el «informe» de no ser «sensibles a las ventajas económicas derivadas» de estas cláusulas suelo…. de momento las ventajas han sido para bancos y cajas y jamás lo serán para los consumidores. ¿Tenemos que seguir tolerando un organismo «público» ineficaz e incompetente, que encima insulta a los consumidores?