Septiembre de 2008. Tras año y medio de avisos sintomáticos, el sector financiero precipita su caída. Nacionalizaciones, quiebras de entidades financieras y de seguros de primera línea, rescates y planes anticrisis multimillonarios para paliar los efectos de una crisis devastadora que ha hecho tambalear los cimientos del capitalismo. Más de un año después la situación sigue siendo peliaguda aunque las estrategias de los países están cambiando poco a poco. De fondo, la preocupación financiera prosigue aunque más desde una perspectiva de reestructuración que de rescate desesperado como ocurría anteriormente. Además, se empieza a pensar en las consecuencias fiscales de los planes contra el desplome financiero: la alerta por el déficit comienza a ser un asunto prioritario porque se están alcanzado niveles cercanos al 10% en algunas economías y su carga financiera, unida a las ayudas al sector financiero, puede alterar y retardar más aún la ansiada recuperación.
Las principales economías tratan de reflotar el sistema financiero
Después de los rescates de urgencia de finales de 2008 y los planes de estímulo fiscal llevados a cabo en ese momento (EEUU 1,2 billones de dólares, Reino Unido 600.000 millones de euros, etc) los países inmersos en la crisis económica y financiera han proseguido el intenso plan de actuación en la economía. Se ha acentuado la intervención gubernamental en el sector financiero. La situación patrimonial de muchos bancos sigue siendo crítica. No han faltado ejemplos de rescate directo con fondos públicos, como ocurrió en 2008. Además, y como parte de la “evolución” de la crisis, se está haciendo hincapié en la reestructuración y saneamiento de los sistemas financieros locales con el objetivo de conseguir entidades fortalecidas que sirvan como base para la normalización de la situación. [entresacado]El rescate financiero en España se ha limitado por el momento a salvar a Caja Castilla la Mancha y Cajasur. La perspectiva no es tranquilizadora, porque estas dos cajas, que suponen una parte ridícula del pastel financiero se han comido ellas solas una parte importante del Fondo de Garantía de Depósitos[/entresacado]
EEUU es el país que más ha sufrido la crisis financiera. Las dificultades que arrastra el sistema financiero por las subprime y las quiebras de Lehman entre otros han obligado al nuevo ejecutivo demócrata a intervenir con un paquete de medidas de dos billones de dólares. Compra de deuda de mala calidad de los bancos, inyecciones de capital en las entidades financieras, compra de créditos hipotecarios de propiedades comerciales, compra de otros tipos de préstamos para dar liquidez a los mercados y ayudas a propietarios en apuros para frenar los desahucios son las medidas principales tomadas para el 2009. A pesar de todo, 115 bancos han quebrado en lo que va de año y han tenido que ser intervenidos por las autoridades. Sólo el día 30 de octubre hasta nueve entidades quebraron, lo que da una idea de la gravedad del problema y de que la crisis, lejos de acabar, sigue mostrando sus efectos con fuerza.
El Reino Unido ha tenido que seguir interviniendo en su sistema financiero. La participación del Estado en los grandes bancos (Royal Bank of Scotland, por ejemplo, rescatado de nuevo hace unos días) ha aumentado a lo largo del año por sucesivos rescates originados por la falta de liquidez, a pesar del primer rescate de 2008. La compra de activos tóxicos, uno de los principales cometidos de los gobiernos, está siendo muy activa y alcanza los 223.000 millones de euros. El panorama bancario continúa muy turbulento y los cambios motivados por las fusiones, nacionalizaciones y ventas de negocios se están dando continuamente. Aparte del rescate, los planes del Gobierno británico se centran en aumentar la cantidad de préstamos en circulación para empresas y particulares. Para ello introdujo casi 60.000 millones de euros en los mercados con un plan puesto en marcha a principios de 2009.
Alemania actuó adquiriendo las acciones de uno de sus principales bancos, el Hypo Real Estate, que ya fue rescatado en 2008 y ahora pasa a ser en un 90% del Estado. Otro banco, el Commerzbank ha sido parcialmente nacionalizado. La mayor economía europea se encuentra gestionando los casi 500.000 millones de euros del Fondo de Estabilización de Activos Financieros acordados para garantizar la solvencia de su sistema financiero. Además va a crear un “banco malo” en el que se depositarán hasta 200.000 millones de activos tóxicos que los bancos privados depositarán a cambio de emitir deuda para financiar la actividad y conceder crédito. El Fondo de Estabilización actuaría como garante.