La Encuesta de Presupuestos Familiares del INE confirma que entre los años 2016 y 2020 los gastos básicos de los consumidores tienen cada vez más peso en la cesta de la compra. ‘Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles’ pasan de 8.705 euros a 9.621 euros por hogar. Y el gasto en alimentación, del mismo modo, aumenta más de un diez por ciento, de 4.123 a 4.578 euros por familia, también según el INE. Esto, sin embargo, no se traslada a las cantidades de alimento realmente consumido. Al hilo de la ‘polémica del chuletón’ entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, el consumo de carne en España ha caído un 12,5% en los últimos diez años, lastrado por el aumento de los precios de un mercado muy orientado a la exportación y al oligopolio de la distribución alimentaria.
Por todo ello ADICAE pide a partidos políticos e instituciones que huyan de eslóganes y titulares, y no frivolicen con la cesta básica de los consumidores, cada vez menos asequible para muchos de ellos. Para favorecer la sostenibilidad en el consumo alimentario, como en otros muchos ámbitos, es fundamental un cambio normativo con un enfoque global, profundo y riguroso en el que los consumidores y sus representantes participen de manera real e influyente.
Por vez primera en los últimos diez años, el presupuesto de cada familia en productos cárnicos se eleva por encima de los mil euros, y sin embargo este dinero ha servido para adquirir un 12,5% menos de cantidad de alimento. Es por ello que hay que ser muy cuidadosos con los mensajes que se lanzan, tanto en el sentido de responsabilizar a los consumidores de un exceso de consumo que podría ser cuestionable, como en el sentido de frivolizar con el ‘chuletón al punto’, al que muchas familias no pueden ni acceder.
Un porcentaje cada vez mayor de consumidores no puede comer carne o pescado con regularidad, y el peso cada vez mayor de gastos vinculados a la vivienda, a la energía y los carburantes deja cada vez menos espacio para el consumo alimentario, mucho menos saludable. Por eso ADICAE plantea un debate profundo, que vaya más allá de eslóganes, titulares de prensa y miras a corto plazo, e incluya el acceso a los gastos básicos de los consumidores como materia de consenso al mismo nivel que las pensiones, el diálogo social u otras cuestiones capitales para la sociedad española.
Desde ADICAE venimos trabajando desde hace años en diversas iniciativas y propuestas para que los consumidores conozcan los diversos mercados y sus consecuencias en nuestra economía doméstica y en el medio ambiente. Defendemos que la acción colectiva es determinante no sólo para controlar y mejorar nuestra alimentación, sino también para contribuir a que el sistema se vuelva más sostenible y responsable.
Y ya venimos advirtiendo desde hace tiempo de que alimentos básicos como los lácteos o la carne están sufriendo un descenso de consumo que se configura como un fenómeno inquietante, muy cercano y que sólo podrá revertirse mediante una actitud crítica, responsable y solidaria de los consumidores, una respuesta colectiva hacia la sostenibilidad en la alimentación, una vigilancia plena que permita a todos tener un acceso a precio justo a una dieta saludable. Carnes y pescados frescos son apartados de nuestros platos por elaboraciones procesadas llenas de aditivos, conservantes, aromas…
En este sentido, las palabras de nuestros dirigentes políticos y las normativas de nuestras instituciones deben ser útiles, huir del cortoplacismo y guiarse por las necesidades y las reivindicaciones reales de los consumidores.