Las Letras del Tesoro resurgen como alternativa para los consumidores
El BCE en boca de su presidenta, Christine Largarde, ha vuelto a corroborar los planteamientos de ADICAE. Aunque ni la señora Lagarde, ni ningún miembro del BCE son miembros de la asociación, que sepamos, la evidencia comienza a ser tan grande que se han visto obligados a dar un tibio toque de atención al sector.
Sin tomar ninguna medida concreta al respecto, el organismo “confía” en que las entidades comiencen a remunerar los depósitos para cumplir con la nueva política monetaria. Y es que la ausencia de remuneración de este producto básico lleva consigo aparejada una mayor movilidad de los capitales en los mercados, cuestión que el BCE parece querer atajar. No es la primera vez que el BCE se queda corto en sus advertencias y, situaciones como esta evidencian un perfil demasiado permisivo o una actuación propia de la patronal del sector.
Si seguimos al pie de la letra las políticas macroeconómicas, la inflación comenzará a dar señales de agotamiento cuanto más difícil sea acceder al crédito, cuestión en la que las entidades españolas son alumnas aventajadas y, cuantos más capitales se hallen inmovilizados, principalmente en depósitos.
Dicho de otra forma, si el BCE no toma medidas para conseguir que los bancos de la zona euro comiencen a remunerar de forma significativa los depósitos a plazo de nada servirá subir los tipos de interés, pues los mercados seguirán inundados de capitales que busquen inversiones más atractivas para sus intereses. Por lo que los grandes bancos españoles, con el permiso de sus supervisores nacionales e internacionales, están contribuyendo de forma decisiva a que la espiral inflacionista continúe y ahogue cada día a más consumidores. Cuestiones que ADICAE denunciará ante las Juntas de Accionistas de las principales entidades bancarias del país cuya celebración tendrá lugar durante las próximas semanas.
Como resultado de este escenario, las entidades españolas cerraron el año remunerando los depósitos casi 100 puntos básicos por debajo de la media europea, cuestión fácilmente entendible pues casi todas las entidades patrias han eliminado este producto de sus catálogos. Además, según datos del BdE, el acumulado de los hogares españoles en este producto al cierre del mes de enero de 2023 descendió de nuevo un 1,3% para situarse en torno a los 991mil millones de euros.
El resurgir de las Letras del Tesoro
Después de años de rentabilidades negativas y prácticamente olvidadas por la mayoría de los consumidores, las Letras del Tesoro han vuelto de su letargo. Como ya hemos expresado, el encarecimiento del crédito es un escenario obligatorio ante las subidas de tipos de interés, pero no solo para consumidores y empresas, también para los estados.
El tipo interés medio de las Letras entró en negativo en abril de 2016 e incluso cerró el ejercicio 2021 a un interés del -0,559%. Con este cambio de rumbo en la política monetaria, las últimas subastas han cerrado por encima del 2,50%, muy lejos de lo que cualquier depósito en España pueda llegar a ofrecer.
Ante esta situación, no es de extrañar que muchos consumidores hayan formado colas a la entrada de las sedes del BdE para adquirir letras u obligaciones del Estado. No obstante, es necesario recordar que la modalidad de subasta más accesible para los consumidores es la no competitiva y que si bien abrir una cuenta en cualquier sucursal del BdE supondrá un importante ahorro de comisiones, también pueden adquirirse a través de intermediarios financieros (bancos, cooperativas de crédito, sociedades de valores…etc.) o a través de la plataforma online habilitada en la web https://www.tesoro.es/
En cualquier caso, son productos que no están exentos de riesgos. En caso de venta en el mercado secundario antes de vencimiento el consumidor puede obtener pérdidas.