9 de cada 10 familias esta fuera de la red de protección del Código de Buenas Prácticas

El nuevo Código de Buenas Prácticas pactado por el Gobierno y las entidades bancarias para proteger a los deudores hipotecarios de clase media en riesgo de vulnerabilidad y la reforma del anterior código que daba protección a los deudores sin recursos no ha cumplido las expectativas generadas en las que el Gobierno indicaba en grandes titulares que se podrían beneficiar un millón de personas.

En la información facilitada recientemente por el Banco de España se ha indicado que de las 42.800 solicitudes presentadas solo se han podido acoger al CBP 3.825 personas, en datos estadísticos, esto supone que se han aprobado un 9% de las solicitudes, se han rechazado un 41% y se encuentran en proceso de trámite un 50%. Solo 1 de cada 10 deudores hipotecarios ha podido beneficiarse de esta red de protección, el resto se ve abocado al sobreendeudamiento o incluso a la ejecución hipotecaria.

ADICAE, que desde la burbuja inmobiliaria de 2008 ya planteó que era necesaria una moratoria para todos los deudores de buena fe que tuvieran problemas para el pago de sus cuotas hipotecarias, siempre ha mantenido que el CBP no era la solución. Como ya se expresó en el año 2012, el CBP es excesivamente restrictivo para ser una solución real para las familias con problemas de pago de sus cuotas hipotecarias y las medidas incluidas el año pasado no han venido a atajar el problema de fondo.

Es necesario que se dé curso lo antes posible a las más de 20.000 solicitudes que están pendientes de contestación para que las familias puedan acogerse al CBP lo antes posible

En el mes de julio del año pasado comenzaron a producirse subidas de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo con una clara intención de contener la inflación. Casi automáticamente estas subidas de tipos de interés se trasladaron a los índices de referencia hipotecarios, siendo el más conocido el Euribor, que comenzó su escalada hasta cerrar el pasado mes de octubre en el 4,16%.

Las hipotecas que más se han visto afectadas son las de reciente constitución que han visto duplicar su cuota hipotecaria. A este gasto familiar, además, hay que añadir el aumento del precio del gasoil, de los alimentos, de la energía…, todo ello ha descompensado las cuentas familiares y puede ser el origen de una nueva crisis hipotecaria e inicio de procesos de ejecución que, de momento, solo se está frenando debido a que las familias mantienen sus trabajos y pueden ir haciendo frente, con grandes sacrificios a los pagos más importantes. El trabajo es lo único que diferencia esta situación de la crisis del 2008.

Por otro lado, también nos encontramos con familias que a duras penas han logrado salir de la anterior crisis; que tiene una deuda muy elevada, una vivienda infravalorada, condiciones abusivas, etc., y que se encuentran con una nueva subida de tipos de interés y de precios que les está resultando imposible asumir.

Lamentablemente, en ambos perfiles nos encontramos con casos en los que los deudores o las unidades familiares no cumplen algún requisito del CBP: superan el importe de compra (bastante normal en grandes ciudades), comparten propiedades heredadas con hermanos, tienen hijos que no son deudores, pero como trabajan y conviven, se les tiene en cuenta para la concesión del código, están empadronados en la vivienda familiar, pero no viven en ella, etc. En el momento en que estas situaciones se generalizan, la norma no cumple con los objetivos para los que se creó.

ADICAE lamenta que el año pasado no se tuviera en cuenta a los representantes de los consumidores como una parte negociadora más en el proceso de ampliación y creación de los códigos, puesto que nuestra experiencia habría ayudado a mejorar las condiciones de acceso para el 41% de expedientes rechazados.

La variación que se ha producido en los dos últimos años supone pagar más de 4.000€ al año de hipoteca. Teniendo en cuenta una hipoteca media de 150.000€ con un vencimiento de 25 años y un tipo de interés de Euribor más un diferencial de 1 puntos, hace dos años la cuota habría sido de 533€, el año pasado de 761€ y este año es de 890€. Este aumento de más de 300€ es prácticamente imposible de asumir por una familia media por un largo periodo de tiempo.

A pesar de que el Banco Central Europeo en su última reunión consideró que no era el momento de una nueva subida del precio del dinero, establecido en el 4,5% el pasado 20 de septiembre, no indicó que esta fuera la última subida. De momento esta noticia esta mantenido las medias del Euribor diario por debajo del 4,05%, lo que el mes que viene puede dar un pequeño respiro, lamentablemente, casi inapreciable.

ADICAE reclama con urgencia una moratoria para los deudores hipotecarios de buena fe y exige a las entidades financieras que se abstengan de usar estratagemas para hacer firmar a sus clientes fórmulas de carencias y novaciones con peores condiciones de las que firmaron en sus contratos.

Abrir chat
1
💬 Consulta tus dudas de consumo
Escanea el código
Hola👋
Si tienes cualquier consulta o duda sobre consumo puedes hacerla por aquí