La mesa debate “Las mujeres y el consumo” fue abierta por Manuel Pardos, presidente de ADICAE, quien afirmó que “las organizaciones de mujeres demostraron su fuerza el pasado 8 de marzo” y por ello “ADICAE quiere que la mujer tenga la participación que le corresponde, puesto que se encarga de gestionar el 80% del presupuesto de consumo de las familias”, concepto en el que coincidieron todas las ponentes. Pardos también animó a las mujeres a abrirse paso porque seguramente no se les abrirá tan fácilmente.
A continuación, Rosa María Cihuelo, directora general de Consumo de Aragón, destacó a la mujer como un consumidor poliédrico (compra para toda la familia y todo tipo de productos, no sólo alimentos), por esto las empresas tienen claro su objetivo: la mujer. Esta afirmación le condujo a hablar de la publicidad que ha sido una herramienta eficaz para cambiar la estética y la ética de la sociedad.
En tercer lugar intervino Raquel Alcaraz de la Federación de Mujeres Progresistas abordando la situación de la mujer en el consumo reflejando su papel: “La mujer no sólo tiene la capacidad de comprar, sino que aborda una situación con muchas aristas.. Estamos en una economía neoliberal que afecta al consumo y al papel que la mujer tiene en él y que tiene que afrontar una clara desigualdad de género”. Raquel organizó su exposición en torno a varios ejes.
El primero es la reiteración de estereotipos desde el nacimiento y su afianzamiento a través de la publicidad.
En segundo lugar la relación de las mujeres con el dinero que a su vez se subdivide en 4 aspectos: a) ahorro y cuidado. b) acceso a la financiación con roles de género. c)un acceso al patrimonio familiar limitado o inexistente y d) la línea de gasto asimilada a la mujer reafirma su rol de “cuidado”.
“Mercado laboral y pobreza” es el tercer punto y se estructura en torno a A)la segregación horizontal y vertical de la mujer; B) el 70% de las mujeres en el mundo son pobres; C) la participación de la mujer en el mercado laboral es menor y peor.
Según Raquel Alcaraz, se trabaja para consumir y se mantiene el flujo de renta tradicional. En cambio la “economia feminista” se fija en el ciclo reproductivo(no contemplado como la gestación de los hijos, sino como todo lo que consigue que se pueda llegar al ciclo productivo y que tradicionalmente ha estado en manos de las mujeres), en lugar de el productivo.
Mujer consumidora convertida en objeto de consumo que lleva a una cosificación de la mujer.
La economía estractiva y crecimiento lineal. Las mujeres ganan un 23% menos y además hay que añadir la maternidad que es penalizada hasta por los seguros. Una publicidad sexista. A las mujeres se les indaga su estado civil y además los intereses en los créditos son más altos.
En cuarto lugar intervino Yolanda Fernández de Ecologistas en acción explicando el “Ecofeminismo”: Es una práctica política que pretende transformar el mundo, es una doctrina filosófica que relaciona mujer y naturaleza ya que ambas ocupan una situación marginal y de explotación. El sistema actual olvida que el ser humano es ecodependiente (necesita agua, alimento y medio ambiente). Y también es interdependiente porque necesita cuidados. Yolanda aseguró que el modelo de consumo actual ha declarado la guerra a la vida y que está agotado. Añadió que sólo le interesa lo que tiene valor en el mercado y de esta forma, como ejemplo baste que las tareas de cuidados, que tradicionalmente ejercían las mujeres, ahora se contratan de forma externa, convirtiéndose en una fuente de ganancias.
Yolanda afirma que se impone un cambio de modelo, que vamos a tener que vivir con menos. Hay que cambiar los conceptos.
Al finalizar el encuentro, Antonio Pulido, vicesecretario general de ADICAE, recogió el guante y afirmó que los retos para ADICAE son, por un lado, encontrar la manera de hacer efectiva la incorporación de las socias a los órganos de dirección de la entidad. A día de hoy, los estatutos establecen el 60/40, pero en un futuro inmediato iremos a la paridad en la representación, pero también debemos hacer que sea efectiva. Por el otro lado, también debemos conseguir potenciar la participación en el resto de los ámbitos, sobre todo a la vista de los datos de que las reclamaciones financieras las realizan mayoritariamente hombres en un porcentaje superior al 70%.
