El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo público creado en 2008 y que tiene como objetivo gestionar los procesos de reestructuración de entidades de crédito y contribuir a reforzar sus recursos propios, tuvo en 2015 unas pérdidas que ascienden a 1.523 millones de euros y no de 1.293 como indicó hace unas semanas en sus cuentas oficiales.
Este nuevo agujero de 230 millones de euros procede de “un error en el cálculo de la valoración de la participación del FROB en BFA Tenedora de acciones”, es decir, en la matriz de Bankia, pasando de 763 millones a 993 millones de euros negativos. En definitiva, el deterioro de la matriz de Bankia es todavía mayor de lo reflejado en las cuentas oficiales del FROB. De esta manera, los fondos propios del FROB quedan bajo mínimos, ya que en solo dos años ha pasado de 1.599,8 millones de euros a los 77 que tiene actualmente.
Desde que el FROB tomó el control de BFA – Bankia en mayo de 2012, la matriz de Bankia acumula unas pérdidas de más de 8.200 millones de euros. A esto se suma el deterioro de -191 millones de euros de Banco Mare Nostrum (del que controla el 65,03% de sus acciones), y los 415 millones de euros dotados tras la reducción de capital de la Sareb -el ‘banco malo’-. En total, unas pérdidas de casi 9.000 millones de euros.
La negra historia del FROB
De esta manera el FROB continúa con su negra historia de no solucionar realmente los problemas de la banca rescatada ni, tampoco, de los consumidores víctimas de fraudes masivos como el de las participaciones preferentes. Hay que recordar que el FROB, hace tres años, orquestó el canje de participaciones preferentes por acciones de los bancos rescatados, con importantes pérdidas para los afectados.
Además el FROB ha iniciado el proceso de ‘desinversión’ en Bankia no sólo sin haber resuelto el fraude cometido sobre cientos de miles de familias con las preferentes, sino habiendo dado muestras de escaso o nulo interés en cooperar al esclarecimiento y resolución del mismo.
Es lamentable el hecho de que el FROB, que controla el 65,214% de las acciones de Bankia, no haya movido ni un dedo para solucionar los fraudes que esta entidad ha cometido masivamente, como la venta indebida de participaciones preferentes, deuda subordinada o la colocación de cláusulas suelo en las hipotecas.