Un grupo reducido de empresas controla cuatro de los sectores más importantes para los consumidores en Cataluña. Los consumidores tienen menos oferta entre la que elegir y están más expuestos a los abusos. Además, la energía y las telecomunicaciones están a su vez controladas en buena parte por la banca, de manera que queda claro quién manda.
El dominio de la banca en Cataluña
Cataluña es un gran negocio para la banca. Así lo atestiguan los datos. El 20% del crédito concedido en el Estado radica en Cataluña y el 16,2% del total de depósitos en bancos estatales está en entidades en Cataluña, 196,840 millones de euros. Un gran negocio que está en pocas manos, ya que CaixaBank tiene el 35% del negocio bancario catalán, BBVA el 25% y el Sabadell el 14%. Una distribución que se deja notar también en la presencia sobre el territorio, con un enorme dominio de la entidad que preside Isidre Fainé: CaixaBank tiene 935 oficinas en Barcelona, 172 en Girona, 162 en Tarragona y 130 en Lleida; BBVA tiene 481 en Barcelona, 59 en Lérida, 59 en Tarragona y 57 en Gerona.
La energía es cosa de dos
En el mercado energético, los datos disponibles son reveladores de un mercado concentrado en pocas manos. En lo referente al mercado minorista del gas, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para 2013, casi un 80% de los clientes de este hidrocarburo gaseoso tenían contratado su suministro con Gas Natural Fenosa; en torno a un 15% lo recibían a través de Endesa, mientras que el el porcentaje restante estaba cubierto casi en su totalidad por Iberdrola. Gas Natural Fenosa es, además, mayoritaria en las cuatro provincias. Tres empresas dominan el mercado de la electricidad: Iberdrola, Endesa y Gas Natural; el 92% de las familias compran la electricidad de alguna de ellas. Tradicionalmente, Endesa, sucesora de Fecsa, ha sido la más presente en el mercado catalán. En cualquier caso, en los últimos años el resto de operadores se han hecho un hueco también.
Telefónica sigue dominando las telecomunicaciones
En lo referente al mercado de las telecomunicaciones, los datos de 2013 de la CNMC, los últimos disponibles, revelan que en el mercado de la telefonía fija, el 63% de los hogares catalanes tienen contrato con Telefónica. En telefonía movil, hay una mayor dispersión, si bien las mayores porciones del pastel se las llevan tan solo tres operadores: Movistar, 39,2%, Vodafone, 23,5%, Orange, 23,2%. En cuanto a banda ancha, Telefónica tiene un 50,2% del total del mercado.
Y además, la banca es dueña de estas empresas oligopolísticas
Como hemos demostrado, los servicios de interés general, luz, gas y telecomunicaciones están en manos de un puñado de empresas. Pero, además, estas grandes empresas tienen una fuerte conexión con la banca. Así, Caixabank mantiene participación en Gas Natural Fenosa a través de Criteria CaixaHolding, de la que posee el 34,52% de su accionariado y está representada por el presidente y cuatro consejeros. Repsol, la compañía petrolera, pertenece en casi un 13% a Caixabank. Por su parte, el vicepresidente del Banco Sabadell, José Javier Echenique Landiribar ocupa un puesto en el consejo de Repsol. Respecto a Iberdrola, el 75% de su Consejo de Administración tiene relación con la banca y /o la política: 12 de sus 16 miembros han trabajado o trabajan en entidades financieras, políticas o instituciones públicas.
Caixabank, Sabadell y BBVA ejercen su influencia
Entre CaixaBank y BBVA controlan el 12% de las acciones de Telefónica. Además, CaixaBank está representada en el Consejo de Administración por su presidente, Isidre Fainé (presidente ) y por Antonio Massanell, (Vicepresidente 1º de Caixabank). BBVA está representado en el Consejo por José María Abril (vicepresidente 2º) y los consejeros Ignacio Moreno y José Fernando de Almansa. el vicepresidente del Banco Sabadell, José Javier Echenique Landiribar repite, ya que además de estar presente en Respsol, ocupa un puesto como miembro del Consejo Asesor de Telefónica España. A los bancos les resulta altamente rentable participar en empresas de sectores estratégicos, debido al doble negocio que realizan. Sin embargo, esta participación no ha resultado en beneficio de los consumidores, que han visto cómo los precios de las telecomunicaciones, la energía o los combustibles se han ido incrementando progresivamente. Por eso es cada vez más necesario que los pequeños accionistas y consumidores en Cataluña hagan oír su voz para reivindicar sus derechos ante estas empresas en sus Juntas de Accionistas.