Tradicionalmente el colectivo de consumidores ha carecido de regulación específica que protegiera sus derechos e intereses. No es hasta mitad del S.XX cuando en Estados Unidos comienzan a surgir los primeros movimientos y grupos de consumidores que reivindican la necesidad de legislar normas que protejan sus intereses en el ámbito de la alimentación y los medicamentos.

En nuestro país, el origen de estos movimientos lo encontramos en asociaciones familiares, de amas de casa y vecinales, que surgen a finales de los años 50. Tienen muchas veces una influencia limitada a barrios y se dedican sobre todo a temas de economía familiar y política municipal.

En los años 60 varios factores hacen que el movimiento consumerista se expanda y amplíe sus objetivos. El aumento de los precios, la publicidad en los cada vez más influyentes medios de comunicación y el escándalo de la talidomida, un fármaco que al ser consumido por mujeres embarazadas provocó que miles de bebés nacieran con severas malformaciones irreversibles, fueron los principales factores que provocaron el auge de los movimientos consumeristas.

No obstante, es a partir de 1975 cuando surge un tipo distinto de asociaciones de consumidores que llevan el movimiento consumerista a un ámbito general y empiezan a realizar campañas frente a problemas concretos que afectan a los consumidores como son la sanidad, la vivienda, el transporte o los problemas de los consumidores como impositores de bancos y cajas de ahorros.

En 1981 se produce un envenenamiento masivo por consumo de aceite de colza, que dará un impulso al movimiento y fomentará la agrupación de los perjudicados y sus familiares para reclamar responsabilidades por la comercialización a gran volumen de este producto.

Desde este momento, el movimiento consumerista en España ha continuado creciendo conforme ha ido evolucionando la economía y se han liberalizado los distintos sectores como son las telecomunicaciones o el mercado energético.

Las asociaciones de consumidores, como ADICAE, hoy en día son más necesarias que nunca ante la avalancha de fraudes y abusos de los grandes bancos y empresas. Generalmente, la gente acude a a estas medidas cuando ya han tenido el problema. La tendencia debería cambiar: luchar todos juntos para evitar estas situaciones.

 El movimiento consumerista hacia un consumo responsable 

Tras largos años de abusos masivos e indiscriminados sufridos por los consumidores, ha quedado demostrado que este sistema económico y de consumo desaforado está acabado. Los consumidores han de ser protagonistas de un importante cambio, la gran fuerza colectiva, social y económica del siglo XXI. Deben plantarse ante tantas injusticias que nos ha traído un sistema consumista que se ha cebado con los más débiles y que ha dejado al borde de la exclusión social a cientos de miles de personas; deben ser las piezas que creen un sistema de consumo justo, global y solidario.

El consumo responsable es una actitud, dado que sabemos que las familias asumimos, junto con el colegio, la tarea de educar a nuestros hijos en valores de responsabilidad, generosidad y solidaridad. Por eso entendemos que solo uniendo esfuerzos de todos en una misma dirección podremos crear unos patrones de conducta que les ayudarán a formarse como personas que se han de insertar próximamente en una sociedad de consumo.

 La acción consumerista 

Los consumidores tienen que perder el miedo y participar activamente en las resoluciones de sus problemas. Tienen que exigir que se cumplan sus derechos frente a los grandes y pequeños abusos del ámbito de consumo. Un consumidor responsable debe plantarse ante las injusticias.

En ADICAE encontrará la información y orientación necesaria para hacer valer sus derechos junto con miles de consumidores. En conclusión, las asociaciones de consumidores te ofrecen: Información y formación mediante publicaciones, cursos, conferencias, etc.

Defensa eficaz de tus derechos como consumidor de productos y usuarios de servicios.

Mediar y/o canalizar a los órganos competentes,denuncias,quejas y reclamaciones de los consumidores y usuarios.

 Los Derechos básicos de los Consumidores y Usuarios 

1. Los consumidores y usuarios tienen una serie de derechos básicos que tienen que defender y a los que no pueden renunciar:

2. La protección de la salud, la seguridad y el medio ambiente.

3. La protección de sus legítimos intereses económicos y sociales.

4. La indemnización o reparación de los daños y perjuicios ocasionados o sufridos.

5. La información,educación y formación.

6. La representación, mediante la creación de asociaciones de consumidores y usuarios.

7. Audiencia en el procedimiento de elaboración de disposiciones generales que les afecten directamente.

8. Especial protección en las situaciones de inferioridad, subordinación o indefensión.

Este texto forma parte del Curso de Agentes Activos Formativos de Consumo, que ADICAE imparte gratuitamente a través de su plataforma online de educación financiera y de los grandes temas del Consumo. Si quieres saber más entra en http://educacionfinanciera.adicaeonline.es/enrol/index.php?id=14

 

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