Las tres autoridades de supervisión de la UE (de la banca, de valores y mercados y de seguros) han alertado este lunes del riesgo para consumidores y para la estabilidad financiera europea de las malas prácticas de venta de productos financieros y de la manipulación de índices por parte de la banca. En suma, de un proceder oligárquico, propio de una estructura alejada de los principios económicos más elementales y que coloca el abuso al consumidor como fórmula habitual de actividad financiera.
En su informe bianual conjunto sobre los riesgos y las vulnerabilidades del sistema financiero de la UE, las autoridades de supervisión expresan además su inquietud por el bajo crecimiento en Europa, en un entorno caracterizado por el alto endeudamiento y la búsqueda intensificada de rentabilidad con tipos de interés bajos. Los supervisores resaltan que las malas prácticas comerciales por parte de las instituciones financieras, como la venta abusiva de productos financieros y la manipulación de indicadores, siguen siendo una «preocupación sustancial».
«Un área clave de inquietud tiene que ver con el comportamiento inapropiado en el sector financiero, que plantea riesgos tanto desde la perspectiva del consumidor como de la estabilidad financiera», ha dicho el presidente de la Autoridad Bancaria, Andrea Enria. Y ello ha venido siendo denunciado en repetidas ocasiones por parte de ADICAE en todos los foros europeos en los que ha venido participando.
Los abusos crediticios e hipotecarios son la última pata de estas malas prácticas bancarias, que sólo buscan el engordamiento de los balances bancarios con la vista puesta en los test de estrés de las próximas semanas sin atender los derechos de los usuarios
Por ejemplo, la semana pasada mismo ADICAE advertía en la Autoridad Bancaria Europea del riesgo de una nueva oleada de productos tóxicos para el ahorrador. La regulación bancaria no siempre es suficiente, tal y como demuestran los fraudes cometidos a pesar de la normativa MIFID. Además, las intervenciones de la asociación avisan de los riesgos que implica la llamada ‘banca en la sombra’ y de las posibles subidas de comisiones para los consumidores debido a la bajada de las tasas de intercambio.
Los abusos crediticios e hipotecarios son la última pata de estas malas prácticas bancarias, que sólo buscan el engordamiento de los balances bancarios con la vista puesta en los test de estrés de las próximas semanas sin atender los derechos de los usuarios. Por eso es fundamental que estas autoridades supervisoras europeas no sólo se queden en el reconocimiento del problema, sino que pongan en marcha todas las medidas necesarias para prevenir, corregir y sancionar estos abusos de los bancos.