Los grupos bancarios españoles obtuvieron en el primer trimestre del 2014 un resultado atribuido de 2.243 millones de euros, «lo que representa un 28,6% menos respecto al registrado en el mismo periodo de 2013». Así confiesa, como cada tres meses, la Asociación Española de la Banca (AEB) en su balance periódico, que vuelve a dejar entrever que este año será un año positivo para las entidades financieras, como también lo fue 2013.
«En un entorno poco propicio para la actividad bancaria, con reducido crecimiento de la actividad económica y bajos tipos de interés, los bancos españoles están defendiendo los márgenes de negocio que, junto con la reducción de los gastos de explotación (-2,4%), han permitido mejorar la ratio de eficiencia y mantener elevadas provisiones y dotaciones: un total de 6.268 millones de euros, 499 millones más que en el mismo periodo de 2013», dice la AEB. Menos gastos, porque hay menos oficinas y personal, e ingresos similares, en buena medida debidos a comisiones, cláusulas abusivas y malas prácticas que afectan a los consumidores.
Los grupos bancarios españoles «han continuado durante el primer trimestre de este ejercicio su esfuerzo en el saneamiento de sus balances. De enero a marzo han provisionado 6.268 millones de euros, 499 millones más que en el mismo periodo de 2013». Y en ello están, engordando sus cuentas, ‘mejorando’ sus balances, a costa de los consumidores, a la espera de los exámenes europeos que se llevarán a cabo el próximo otoño.
La salud de las entidades bancarias tiene que lucir lustrosa y sana; nada importa en qué situación quedan los consumidores, que siguen afectados por créditos abusivos y un tratamiento al ahorro completamente desfavorable
Máxima prioridad. Para entonces, la salud de las entidades bancarias tiene que lucir lustrosa y sana; nada importa en qué situación quedan los consumidores, que siguen afectados por créditos abusivos y un tratamiento al ahorro completamente desfavorable. Además, ni rastro de culpa por los rescates públicos; el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ya augura que tras la crisis se recuperarán «menos de la mitad» de los 50.000 millones de euros aportados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) al sistema financiero español.
Una parte, esas aportaciones del FROB, que ni siquiera es mayoritaria dentro de las aportaciones totales hechas desde el Estado para ayudar a la reestructuración bancaria. Avales, esquemas de protección, la compra de inmuebles de la Sareb, créditos fiscales… Más de 200.000 millones de euros, el 20% del PIB anual español, se han comprometido para salvar a un sector económico que sigue desentendiéndose de la sociedad que lo sostiene.
