La asociación estará vigilante para que no sean los consumidores quienes asuman ese impuesto.
ADICAE (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros) considera que las declaraciones de algunas empresas energéticas recogiendo la falta de “estabilidad fiscal” supone un chantaje al Gobierno. Por su lado, la patronal AELEC (Iberdrola, Endesa, EDP) y la Asociación de empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE) han remitido una carta al Ministerio de Transición Ecológica en la que advierten que continuar con este impuesto va a suponer un encarecimiento de la factura de la luz de los consumidores.
Tratar de hacer creer que gravar con un 1,2% el volumen total de las ventas de las empresas que superen los 1.000 millones de facturación va a suponer una gran inestabilidad a las empresas energéticas es algo totalmente fuera del mundo real, tratando de enmascarar una búsqueda de un beneficio exacerbado. Y las cifras que arrojan las principales grandes empresas energéticas lo avalan.
En 2023, una empresa como Repsol, ha ganado hasta septiembre un total de 2.785 millones de euros netos (una de las cifras más abultadas desde su creación), mientras amenaza con trasladar proyectos a otros países en caso de no eliminar este impuesto. En 2022 la cifra de beneficio ascendió hasta los 4.251 millones de euros netos, es decir, un 70% más que en 2021. Iberdrola, por su parte, llegó a septiembre de 2023 con 3.640 millones netos de beneficio en sus cuentas. 4.339 son los millones de beneficio con los que cerró 2022 esta empresa.
En los tres primeros meses de 2023, Naturgy obtuvo un beneficio operativo de 2.849 millones de euros, lo que representa un aumento del 39% con respecto al mismo período del año anterior. Además se estima que la empresa energética alcanzará un beneficio bruto de explotación de 5.400 millones de euros durante el transcurso del año 2023. El resultado bruto de explotación de Endesa asciende a 3.353 millones de euros en los nueve primeros meses de 2023. Mientras, en 2022, aumentaba un 26% sus beneficios respecto al año anterior, hasta los 2.398 millones netos. Datos que consolidan el sólido crecimiento alcanzado en 2022. Con los datos de la CNMC en la mano las empresas energéticas cerraron 2022 con un superávit por encima de los 6.000 millones de euros.
Tras el anuncio por parte del Gobierno de continuar con este impuesto y de aprobar deducciones fiscales para aquellos proyectos enfocados en la sostenibilidad, desde ADICAE reclamamos dos tareas al Ejecutivo: realizar una comprobación exhaustiva de las acciones de las empresas que se acojan a dichas deducciones para comprobar que, efectivamente, se corresponden con lo establecido, y mantener una vigilancia activa asegurando los derechos de los consumidores para que las energéticas no trasladen este coste a los usuarios en su factura de la luz.