ADICAE, gracias a los miles de votos delegados de los pequeños accionistas, ha participado en la Junta de Accionistas del Banco Santander el viernes 28 de marzo, en donde defendió los derechos de los consumidores y votó en su beneficio. En la Junta, la asociación mencionó la problemática existente con los Valores Santander y la hipoteca Tranquilidad comercializada por el antiguo Banesto.
En el año 2007, el Banco Santander lanzó una agresiva campaña cuya pretensión era captar fondos mediante un producto que ofrecía un interés del 7,30% durante el primer año, eran los llamados Valores Santander. Lo que no se decía es que posteriormente, en octubre de 2012, los titulares de ese producto debían convertir las obligaciones en acciones a un precio de 16€, cuando en ese momento su valor real era de unos 6€, lo que hizo que algunos afectados perdieran hasta el 50% de sus ahorros. ADICAE ha constatado que en ningún momento se informó a los clientes de que estos valores podían ocasionar pérdidas y que autorizó las órdenes de compra antes de contar con la autorización de la CNMV.
Al fraude de los Valores Santander, se suma el fraude de las preferentes, lo que ocasionó que la CNMV multara a la entidad con un millón de euros. Sanción que se suma a otra que ya interpuso el organismo regulador que ascendía hasta los 16,9 millones de euros. Por su parte, ADICAE mantiene 105 demandas interpuestas contra el Banco Santander por la comercialización masiva e indiscriminada de este producto tóxico y que a día de hoy representa la única vía para que los afectados recuperen sus ahorros.
Además, la asociación sacó a relucir la problemática heredada con la hipoteca Tranquilidad de Banesto, una hipoteca que cuenta con una subida anual del 2,5% de la cuota mensual. También el Santander es el encargado de gestionar la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), una financiera que comercializa las hipotecas más peligrosas del mercado, con abusivas cláusulas, entre las que se encuentra la cláusula suelo, y que sigue sin adherirse al Código de Buenas Prácticas. Renegociar la deuda con UCI hace que la hipoteca se dispare y hace peligrar la economía familiar.
ADICAE les ha recordado que aunque anuncien con gran alboroto los resultados conseguidos en 2013, estas cifras son a costa de indiscriminados abusos a los consumidores, que confiaron en ellos y ahora tienen cautivos sus ahorros. Para recuperar la confianza de sus clientes, el Santander debe hacer frente a todos sus problemas y usar sus beneficios para devolver el dinero a los consumidores.
A continuación reproducimos la intervención de ADICAE en la Junta de Accionistas
La mayoría de estas delegaciones de voto son de afectados por los conocidos como “valores Santander”, un producto altamente especulativo que estaba referenciado a la evolución de la acción del banco y que fue colocado mediante una comercialización engañosa entre pequeños ahorradores sin los conocimientos necesarios y con un perfil de riesgo conservador o muy conservador.
En el año 2007 el Banco Santander lanzó una feroz campaña de publicidad cuya pretensión era captar fondos mediante un producto que ofrecía un interés del 7,30% durante el primer año, “una ocasión que no había que perder” según el anuncio de marras.
Lo que no se decía es que posteriormente, en octubre de 2012, como tarde, los titulares de ese producto debían convertir las obligaciones en acciones a un precio de 16€, cuando en ese momento su valor real era de unos 6€, lo que hizo que algunos afectados hayan perdido hasta el 50% de sus ahorros y hayan visto seriamente comprometida su calidad de vida.
ADICAE ha constatado que el banco Santander no entregó toda la documentación necesaria a los clientes y que autorizó las órdenes de compra de los Valores Santander antes de contar con la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
En ningún momento se informó a los clientes de que los “Valores Santander” podían ocasionar pérdidas, puesto que la cantidad inicial no estaba garantizada.
Lejos de exponer claramente las condiciones y riesgos relativos al producto, esta información fue ocultada por los comerciales del Banco Santander, también en el caso de las preferentes, lo que ha ocasionado que la CNMV haya sancionado al banco con un millón de euros, una sanción que se suma a otra multa contra la entidad que ya interpuso el mismo organismo regulador y que ascendía hasta los 16,9 millones de euros, motivada por falta de información en la comercialización de los Valores Santander.
Las 105 demandas interpuestas por ADICAE contra el Banco Santander por la comercialización masiva e indiscriminada de este producto tóxico siguen su cauce judicial y a día de hoy representan la única vía para que los afectados recuperen sus ahorros.
Y es que el Banco Santander en todo momento se ha negado a negociar propuestas que permitieran solucionar este conflicto. Tan sólo ha llamado a algunos afectados, los casos que más les han interesado e incluso les han obligado a firmar un documento de confidencialidad con el objetivo de que no se diera a conocer lo tratado en esas reuniones. Si la entidad estuviera comprometida e interesada en encontrar una solución a la problemática generada por la comercialización de los Valores Santander no tendría tanto miedo como para coartar la libertad de expresión de sus clientes.
Por otro lado, el Grupo Santander tiene el dudoso honor de gestionar la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), una financiera que comercializa las hipotecas más peligrosas del mercado, plagadas de numerosas trampas contra los consumidores y usuarios. UCI sigue sin adherirse al Código de Buenas Prácticas. Renegociar la deuda con UCI hace que la hipoteca se dispare, dejando a las claras su carácter totalmente ineficaz y abusivo.
Financiar la compra de una vivienda con UCI puede ser una práctica de riesgo, ya que las cláusulas abusivas, como la cláusulas suelo pueden comprometer seriamente la economía de los hipotecados y condenarles a un sobreendeudamiento insostenible, que podría culminar en la pérdida de la vivienda; conseguir una dación en pago con UCI es altamente improbable.
Cuando surgen los problemas la entidad echa balones fuera, es muy difícil contactar y exponer el problema. UCI no tiene sucursales en todas las ciudades de España y centralizan las incidencias en la sede de Madrid, por lo que a muchos usuarios no les queda otra que contactar vía telefónica y no pueden acudir a ningún sitio físico para solucionar sus problemas.
La hipoteca Tranquilidad de Banesto también creó importantes problemas para los consumidores con una subida anual del 2,5% de la cuota, un buen negocio para la entidad, por no hablar de la hipoteca multidivisa.
Estos abusos hacia los consumidores deben pesar sobre las conciencias de los gestores del banco, de su Consejo de Administración. Sean conscientes de que aunque nos anuncien con alborozo el resultado del año 2013 lo han conseguido a costa de los consumidores, de la gente que confió en ustedes y tiene cautivos sus ahorros, esperando a que la acción del Santander suba para poder recuperar su dinero, a costa de las personas que se hipotecaron con el Santander o con las entidades de su grupo, a costa de sus clientes, algunos de ellos convertidos en accionistas forzosos.
Respecto al punto primero del orden del día, que hace referencia a la aprobación de las cuentas anuales y gestión social, votamos en contra.
No aprobamos unas cuentas anuales logradas a base de una gestión social que ha tenido como pilar principal los abusos hacia los clientes. No podemos aceptar una gestión social que no muestra ningún interés por solucionar los daños causados por sus errores del pasado. Si quieren destacar dando una imagen de seriedad y solvencia no olviden que los “Valores Santander” siguen siendo su gran lastre, un engaño masivo que recuerda a los llevados a cabo por otras entidades que todos tenemos en mente. Está en su mano dar una solución a los afectados. ¿Cómo vamos a aprobar una gestión social que en muchos casos está alejada de lo dispuesto en el Código de Buenas Prácticas? Ahora, para los consumidores críticos y exigentes están mucho más cerca de la imagen de Bankia que de la de una entidad respetable. ¿De qué sirven las cifras de resultados, de solvencia, de core capital, de cobertura de morosos si no son capaces de encontrar una solución a los problemas de sus clientes?
Respecto al punto segundo del orden del día, que trata sobre la aplicación del resultado, no nos pronunciamos.
Pero pedimos a la entidad que deje elegir a los accionistas de manera libre, ya que tanto en los anuncios de prensa como en las comunicaciones del Banco Santander se incita a los accionistas a escoger la remuneración en acciones, con una publicidad “subliminal” bastante evidente, como es mostrar en un anuncio una pizarra en la que aparecen escritas las dos modalidades de cobro del dividendo y casualmente aparece remarcada con un círculo rojo la opción de remuneración en acciones.
Además, conseguir un resultado mayor al del año anterior sería una buena opción para aumentar el ratio Pay-Out e incrementar el dividendo.
Respecto al punto tercero B del orden del día, que hace referencia a la ratificación del nombramiento de Juan Miguel Villar Mir votamos en contra.
No tiene sentido que una persona acostumbrada a tratar con las esferas de poder que dominan las sociedades (es presidente de OHL y Vicepresidente de Abertis) pueda defender los intereses de los pequeños accionistas como consejero independiente. Y más cuando la sociedad tiene participación en Espacio Activos Financieros, controlada indirectamente por Villar Mir. Por no hablar de las noticias aparecidas en prensa durante los últimos meses, que tienen que ver con un apellido, que al igual que éste apartado, empieza por la letra B.
Votamos en contra a la reelección de Rodrigo Echenique Gordillo, alguien que ha ejercido como Consejero Delegado de la entidad (1988-1994) y que lleva desde el año 1988 en el Consejo de Administración. Creemos que vista su trayectoria y permanencia en el consejo su independencia es más que dudosa y no puede seguir representando a los pequeños accionistas.
Les pedimos que no sigan desvirtuando la figura de los consejeros independientes, ya que en el Banco Santander se sitúan muy lejos de su papel teórico, parecen elegidos a dedo y sin ninguna transparencia.
Votamos en contra del punto sexto A del orden del día, en concreto a la modificación del artículo 58 que hace referencia a la retribución de los consejeros.
El apartado 6 del artículo 58 es oportunista, ya que pretende que la retribución variable no pueda superar a la fija, pero el Consejo podrá elevarla hasta un 200% si así lo acuerda en la Junta General. Una condición que sin estar todavía incorporada en los estatutos ya puede leerse en el documento que contiene la política de remuneraciones de los consejeros.
La medida sería buena si se aplicara sin excepción, sobre todo para evitar casos como el de Alfredo Sáenz, que durante tiempo fue el consejero mejor pagado de España, logrando una remuneración anual superior a los 10 millones de euros, una desvergüenza decidida y consentida por el Banco Santander. Lo que está claro es que esta medida llega muy tarde.
Respecto al punto undécimo del orden del día, referente a emisiones de productos complejos no nos pronunciamos.
Pero instamos al Consejo de administración del Banco Santander que no vuelva a cometer antiguos errores. Los productos complejos como participaciones preferentes, warrants o valores convertibles nunca pueden ir destinados a pequeños ahorradores con un carácter conservador y sin amplios conocimientos financieros. Deben ser dirigidos a inversores institucionales y no a clientes minoristas.
Votamos en contra del punto decimoquinto que trata sobre las remuneraciones de los consejeros.
La cuantía de las remuneraciones no guarda relación con la ética y responsabilidad que debería imperar en los consejeros del Banco Santander.
Solicitamos que se cuantifiquen económicamente el valor añadido que dan a la entidad los miembros del Consejo de Administración. Unos sueldos que se encuentran cercanos a los 30 millones de euros, si incluimos todos los conceptos.
Por último, subrayar que ADICAE, cuando alza la voz y denuncia todas estas problemáticas, lo hace con conocimiento de causa y con la legitimidad que le confiere el apoyo de decenas de miles de consumidores. A nivel institucional, nuestra presencia en la CNMV por partida doble representando a los pequeños accionistas y a los consumidores nos convierte en la asociación que mejor puede representar los intereses de los ahorradores y por ello estamos aquí hoy y estaremos en todas las Juntas de Accionistas de las entidades financieras que han abusado del bolsillo de los consumidores en su propio beneficio. Por tanto, hablamos desde la experiencia de muchos años y el apoyo social de los consumidores que nos piden que hablemos hoy en su nombre.