ADICAE (Consumidores Críticos, Responsables y Solidarios), desde su perspectiva global del consumo, viene observando con preocupación la concentración en pocas manos de la alimentación, un sector básico para toda economía y para los consumidores. Los derivados financieros, que se crearon para facilitar una fijación del precio y un suministro estable que beneficiase a productores y a compradores de alimentos, son controlados por grandes multinacionales.
Sin embargo, este oligopolio de la alimentación aprovecha su posición para imponer los precios de las materias primas y del coste de toda la cadena, incluido el de la venta final al ciudadano. Esta concentración de poder ha traído consigo un desigual acceso a la comida; agotamiento de recursos agrícolas e hídricos; deshecho y desperdicio de alimentos; daño medioambiental por generación de residuos, o encarecimiento de los productos.
ADICAE se rebela ante la especulación financiera de la comida y anima a los consumidores a protagonizar ese cambio mejorando sus hábitos: la asociación lanza una campaña a nivel estatal para concienciar a la ciudadanía sobre los beneficios económicos, sociales y medioambientales que la alimentación sostenible genera en el hogar, el entorno más cercano al consumidor y el conjunto de la cadena alimentaria.
Este viernes 16 de octubre, coincidiendo con el Día Mundial de la Alimentación y bajo el título ‘Alimenta tus derechos’, la asociación de consumidores ha organizado 35 puntos informativos en mercados y zonas comerciales de 24 ciudades; 11 ‘performances’ en la calle que, mediante el teatro, buscarán que el público se replantee sus hábitos de consumo y las consecuencias que provocan; la colaboración de más de 350 establecimientos de alimentación adheridos que difundirán la iniciativa; la impartición de cursos y talleres, y el reparto de 140.000 guías con consejos e información.
CONSUMO CRÍTICO DE ALIMENTOS
El objetivo de ADICAE es generar en el consumidor una capacidad crítica que le empodere para que sus decisiones puedan mejorar su economía y los desequilibrios de la industria alimentaria. Una planificación realista de las necesidades domésticas permitiría a cada español ahorrarse el coste de los 63 kilos de comida que tira a la basura al año -el 42% del total de desperdicios de alimentos procede de los hogares-. Esta simple medida redundaría en el presupuesto para alimentación, que en 2014 supuso la cuarta parte (23,53%) del gasto medio de las familias. Por ello, conviene huir de la publicidad dudosa y de ofertas como 3×2 y similares, que a la postre conducen al despilfarro y a tirar comida.
No obstante, el papel del resto de agentes involucrados –industria, gran distribución, grandes superficies, etc.– es clave dado que generan el 58% de los desperdicios.
Asimismo, ADICAE explicará los múltiples beneficios de consumir productos de temporada y de proximidad: precios más baratos al ahorrar costes en transporte, mantenimiento e intermediarios; fomento del empleo y la economía local, desde el barrio a la ciudad, en contraposición al ‘lobby’ donde unas pocas empresas copan el mercado e imponen sus reglas; y menor gasto energético y de residuos.
Se mostrará a los consumidores cómo un consumo responsable a nivel local también permite paliar desigualdades globales, como la hambruna que sufren 900 millones de personas; la sobreexplotación de terrenos y recursos -producir el 30% de los alimentos se desperdician conlleva usar un 50% más de recursos hídricos para el riego-.
La campaña, encuadrada en el proyecto ‘Alimentación sostenible: consumir bien para vivir mejor’ –que ADICAE realiza en colaboración con la AECOSAN, Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición– pondrá el foco en otros dos elementos clave: la reducción desperdicios y de envases plásticos y la información del etiquetado al consumidor.
ESTUDIO SOBRE INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR
Precisamente ADICAE ha comprobado la creciente preocupación de los usuarios por la gestión de esta industria. Así se desprende de los primeros datos del estudio ‘Conocimiento de los consumidores y sostenibilidad del mercado alimentario, que se presentará próximamente.
• El 97% de los consumidores reconoce que no recibe suficiente información sobre si las empresas alimentarias utilizan prácticas responsables con el medioambiente, la gestión de excedentes, la seguridad alimentaria, etc.
• El 88% está interesado en recibir más información sobre si las empresas alimentarias actúan o no de forma responsable con las cuestiones anteriores.
• El 85,3% cree que el actual modelo de alimentación no se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos del planeta o causar un grave daño al medioambiente, es decir, que nuestro sistema alimentario es insostenible.
Ante la pregunta de qué acciones apoyarían para mejorar esta situación, la opción más respaldada, con un 68,16%, fue la de regular la cadena alimentaria para reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
