Los consumidores siguen sin comprender los contratos de seguros, como demuestran los datos de la Memoria del Servicio de Reclamaciones de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Los datos destacan la falta de claridad y precisión en las cláusulas del contrato, que en el informe aparece como ‘divergencia en la aplicación e interpretación de la póliza contratada’, lo que ha generado el 41,78% del total de reclamaciones resueltas.
Pese a que la ley actual obliga a una adecuada redacción de los contratos, no es suficiente en productos complejos, sobre todo en lo relativo a los seguros de vida, por lo que se establecen desacuerdos en la aplicación e interpretación de los contratos. En estos productos, es fundamental que las cláusulas se redacten de forma clara y precisa, con un lenguaje sencillo, transparente y directo que no pueda dar lugar a equívocos.
Este es el problema fundamental que luego lleva a discrepancias en la interpretación de las pólizas y las coberturas. La reforma de la Ley 50/1980 de Contrato de Seguro deberá dar respuesta a estas cuestiones y establecer un mayor control de los contenidos de los contratos.
Siguen presentándose pocas reclamaciones en materia de seguros
En cuanto al número de reclamaciones y quejas presentadas por los consumidores asciende en 2013 a un total de 11.587, un 136,52% más que las que se presentaron en 2007, antes del comienzo de la crisis. A pesar de este incremento, siguen siendo pocas las reclamaciones que se presentan en seguros, lo que demuestra una actitud poco crítica de los consumidores en este ámbito. Entre todas estas reclamaciones, 7.461 fueron admitidas a trámite y 4.126 fueron desestimadas pero no se especifica por qué motivos, que pueden deberse a la desconfianza de los consumidores en los mecanismos de resolución extrajudicial de conflictos o a que desconocen las vías que deben seguir para presentar estas reclamaciones, lo que retrasa y burocratiza el proceso.