La acción colectiva de ADICAE ha conseguido que Banco CEISS haya sido condenado por el Juzgado de 1ª Instancia 20 de Zaragoza a devolver 150.000 euros más el interés legal del dinero incrementado en dos puntos a R.P.C., de 87 años de edad, por venderle de forma fraudulenta en 2009 obligaciones subordinadas -un producto similar a las participaciones preferentes-, adquiridas en una sucursal zaragozana de la entonces denominada Caja Duero.

Según la sentencia el banco vulneró el artículo 1261 del Código Civil, en el que se indica que es requisito esencial de todo contrato que exista el consentimiento de los contratantes y que estos tengan “plena conciencia y conocimiento claro y exacto” del producto que contratan “y de las consecuencias que ello supone”. R.P.C., como la mayoría de los afectados por la venta fraudulenta de productos tóxicos por parte de la banca, no era consciente de las características reales del producto.

Tal y como quedó demostrado en el juicio no fue R.P.C. quien se interesó por el producto, sino “que fue la entidad quien se lo ofreció”, como señaló el subdirector de la oficina en 2009 que actuó como testigo. El juez indica que “por lo que respecta a la información proporcionada, no se le explicaron las características fundamentales del producto y, en particular, no fue informado el afectado de la iliquidez y del riesgo”.

“La somera información oral proporcionada al demandante no pudo ser comprendida por este por la sencilla razón de que está sordo como una tapia». En particular Caja Duero ofreció información falsa sobre la calificación que le otorgaba la agencia de calificación de riesgo Moody’s. Según la información suministrada, en junio de 2009 esta era de A2 a largo plazo y P1 a corto plazo, cuando lo cierto es que la agencia de rating había revisado a la baja dichas calificaciones fijándolas en Baa1 y P2 respectivamente, es decir, de bajo riesgo de crédito a moderado. “Esta información no solo no se suministró verbalmente, sino que tampoco la que aparecía en las condiciones finales era correcta”, indica el magistrado.

A esta falta de información se une que R.P.C. no podía entender el producto por varios motivos: nunca había invertido en productos de riesgo, no tenía conocimientos financieros y, además, sufría ya entonces una grave sordera, tal y como se refleja en la sentencia: “la somera información oral proporcionada al demandante no pudo ser comprendida por este por la sencilla razón de que está sordo como una tapia como se puso de manifiesto en la vista”.

De esta manera, según el juez, Caja Duero “vulneró de forma grave la obligación esencial, básica y fundamental exigible a cualquier entidad financiera en cualquier operativa con clientes, cual es la lealtad, transparencia y diligencia exigibles sustrayendo información relevante”.

Por ello, Banco CEISS ha sido condenado a reintegrar a R.P.C. la suma de 150.000 euros, descontando las cantidades percibidas en concepto de remuneración, más los intereses legales incrementados en dos puntos desde la fecha de la liquidación.

 Más de 51 millones de euros recuperados 

R.P.C. ha estado acompañado en todo este proceso por sus familiares, que no han dudado en unirse a la Plataforma de Afectados por Participaciones Preferentes y Otros Productos Tóxicos de ADICAE, haciendo así de su lucha un asunto colectivo.

Con esta nueva victoria la cifra de afectados que han recuperado sus ahorros gracias a la acción colectiva de ADICAE ya asciende a 1.771: 753 de Caja Madrid, 427 de Bancaja, 206 de Caixa Catalunya, 96 de Caixa Galicia, 84 de Caja España – Caja Duero, 62 de Caixa Laietana, 48 de Caixa Nova, 34 de Banco Santander, 19 de Caja Rioja, 16 de Caja Segovia, 13 de Caja Canarias, 7 de Cajastur y 6 de Caja Ávila. La media de los ahorros depositados por los afectados ronda los 30.000 euros. Estas cantidades recuperadas, unidas a las sentencias favorables que acumula ADICAE, hacen que la banca tenga que devolver, por ahora, 51.081.617,42 euros.

Estos datos, lejos de significar una solución real para todos los afectados, demuestran que la presión social colectiva y la acción de mediación realizada de una manera seria y profesional, son altamente efectivas. Nuestra asociación sigue reclamando una solución colectiva al conflicto.

Aunque pueda parecer que luchar contra los abusos financieros y del ámbito del Consumo es una tarea de titanes y que el pez chico nunca podrá comerse al grande, la unión y lucha colectiva de muchos peces pequeños puede hacer temblar al más grande de los tiburones financieros.

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