La marcha de Barclays de España no es una mala noticia para los consumidores, teniendo en cuenta el ‘modus operandi’ de la entidad británica en nuestro país. El único ‘pero’ que pueden ponerle los usuarios de banca a esta situación es que la compra de la entidad por parte de CaixaBank supone una reducción todavía mayor del número de entidades que operan en España y, por lo tanto, un nuevo engorde del oligopolio bancario, tan asentado en nuestro país.
Además, CaixaBank también destaca por los abusos a los consumidores: ha impuesto cláusulas suelo en sus abusivas hipotecas, ha vendido participaciones preferentes, deuda subordinada o swaps, prepara nuevas emisiones de productos complejos,…
Un banco al que no le importan los consumidores
Pero, como decíamos, los consumidores no deben llorar la pérdida de Barclays. Aterrizó en España a mediados de la década de 1970, y no fue hasta la compra de Banco Zaragozano en 2003 cuando entró de lleno en el mercado de la banca minorista. Es decir, en el de los ahorradores de a pie.
Desde entonces comenzó a abusar de los consumidores españoles. Así lo atestiguan las memorias del Servicio de Reclamaciones del Banco de España. Si bien en 2003 y 2004 rectificó el 56% de los informes favorables a los clientes emitidos por el regulador, esta cifra pronto comenzó a decaer.
En 2005 el Banco de España advertía de que “en operaciones de pasivo la entidad con una ratio mayor de reclamaciones es Barclays”, que también ocupaba el primer lugar en “reclamaciones de tarjetas de crédito / débito”. En 2006 presentó “una fuerte reducción en el grado de cumplimiento voluntario de las resoluciones del Servicio de Reclamaciones en relación al año anterior”, con solo 3 informes rectificados.
La situación fue empeorando año a año, hasta llegar a 2012 -último dato disponible-, año en que Barclays no rectificó ni uno solo de los informes favorables al cliente emitidos por el Banco de España. En total, desde 2003, no rectificó en el 80,5% de los casos.
Un sinfín de abusos
La lista de abusos de Barclays denunciados por ADICAE es larga. Comenzó vendiendo bonos de Lehman Brothers, caso en el que ADICAE defendió a los consumidores desde 2009, ganándose en los juzgados y obligándose a la entidad a devolver el dinero a los consumidores.
Un año después se destapó un caso de pharming en su página web. Un total de 36 familias acudieron a ADICAE, consiguiéndose que Barclays devolviese más de 133.000 euros a los afectados.
En 2011 y 2012 la asociación también denunció a Barclays por la inclusión de las abusivas cláusulas suelo en sus hipotecas y por la venta indebida de participaciones preferentes. En estos casos, pendientes de resolución judicial, ADICAE representa a decenas de familias.
También denunciamos las irregularidades de la Cuenta Nada Corriente, en la que Barclays prometía encargarse de forma gratuita de los trámites necesarios para trasladar nuestros recibos a dicha cuenta, un servicio que no pudo cumplir debido -según fuentes de la entidad- a la saturación del Departamento encargado de ello.
Barclays también es una muestra de las ‘puertas giratorias’ entre el mundo de la política y el sistema financiero. En 2011 fichó como asesor al ex vicepresidente del Gobierno y ex ministro de Economía Pedro Solbes, quien hizo mucho daño a cientos de miles de familias al negarse a poner en marcha la Ley del Sobreendeudamiento.
En 2012 la cúpula de la filial española de Barclays fue imputada por la expulsión como socios de los accionistas minoritarios a finales de 2011, tras recibir únicamente 1’5 euros por acción.
Además, Barclays también aplicó condiciones abusivas en sus contratos de tarjetas de crédito y débito e impuso comisiones desmesuradas a los consumidores.
Los reguladores españoles, muy permisivos
Barclays se va de España dejando tras de sí un reguero importante de abusos a los consumidores, similar por otra parte al de otros bancos que ‘se quedan’ como Banco Santander, CaixaBank, BBVA, Bankia,…
Estas malas prácticas, sin duda, son consecuencia de la permisividad de los reguladores y de los organismos sancionadores españoles: Banco de España, CNMV y Ministerio de Economía y Hacienda. Mientras la autoridad financiera británica le ha obligado a revisar la totalidad de la venta de productos tóxicos como los ‘swaps’, o a compensar a sus clientes por la venta de productos tóxicos con 7.500 millones (junto a HSBC, RBS y Lloyds), en España las multas han brillado por su ausencia.
Esto demuestra que los reguladores y organismos sancionadores españoles tienen mucha culpa de que las entidades bancarias extranjeras que operan en España adopten los peores modos de actuación de los bancos ‘españoles’ y de que la banca extranjera que opera en nuestro país no aporte, en su gran mayoría, mejoras en el trato a los consumidores.
