“Mejorando cuota en crédito”. Con estas cuatro palabras, la entidad nacionalizada Bankia muestra claramente sus intenciones, básicamente volver a lo de antes de la crisis, algo que los consumidores debemos evitar en lo posible. “Pese al fuerte ajuste ya efectuado, Bankia ha conseguido en el tercer trimestre mantener prácticamente estable la base de depósitos de sus clientes, mientras ha incrementado la cuota de mercado en créditos”.
En un proceso que continuará a lo largo de 2014. La entidad fusión de Caja Madrid y Bancaja, entre otras, nos amenaza con más crédito, con volver a colocar a los ciudadanos en esa espiral de endeudamiento que tantos problemas sigue causando. “Por el lado del crédito, Bankia otorgó en los nueve primeros meses del año nueva financiación a particulares y empresas por importe de 10.212 millones de euros”, señala la entidad en un comunicado, defendiendo esa apuesta por ‘lo de antes de la crisis’.
Parecidas palabras se escuchan en los balances parciales de otras entidades como BBVA o CaixaBank, que hablan de una “estabilización de la morosidad” que llevará a conceder más créditos. Estos balances, que vuelven a mostrar aumentos importantes en los beneficios de los bancos, dan paso a mensajes de un optimismo poco fundado sobre la situación económica del país contra los que los consumidores deben oponer mirada crítica.
El consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, estima que el crédito comenzará a crecer en España a partir de la segunda mitad de 2014, aunque en la media del conjunto del ejercicio seguirá reduciéndose. La banca ya da muestras pues de querer volver a la misma filosofía que nos llevó a la crisis, ese sobrecrédito que mantiene atrapados a millones de ciudadanos.
El gobierno pide más crédito
Al unísono, el propio gobierno recuerda a los bancos que su negocio es prestar dinero y conceder crédito, y considera un «problema» el hecho de que los consumidores prioricen el pago de sus deudas antes que embarcarse en más préstamos. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha admitido que la economía española sufre un «problema» de crédito, al tiempo que ha recordado a la banca que su negocio típico es prestar dinero.
«En España hay indudablemente un problema de crédito, la economía debe desapalancarse, pero también tiene que haber créditos para seguir funcionado», explica la vicepresidenta, que garantiza que el Gobierno trabaja para normalizar el crédito; ha subrayado que existe una «ecuación importante» entre la necesaria capitalización y la concesión de préstamos. No son mensajes responsables, la recuperación económica no debe pasar por volver a darle a la llave del sobrecrédito.