1. Planificación

El primer paso es realizar una lista de los artículos realmente necesarios. El segundo, comparar precios para el mismo artículo hasta dar con el establecimiento donde lo comercialicen en mejores condiciones.

Este ejercicio previo también facilitará comprobar si esos descuentos son reales o, de lo contrario, son falsas rebajas de precios que previamente se habían aumentado. También permitirá descartar las empresas que no ofrezcan las debidas garantías.

2. Presupuesto realista

Antes de nada, hay que comprobar que la suma de todos los préstamos y pagos fijos (hipoteca, luz…) que se tienen no supere el 30% de los ingresos, de modo que las compras no comprometan esos gastos. A parte, conviene reservar un colchón para gastos imprevistos del día a día. A partir de ahí, ya se puede establecer el presupuesto para las compras.

3. Información previa a la compra

Antes de realizar cualquier compra es importante preguntar al establecimiento si ofrece la posibilidad de cambio o devolución del importe, ya que la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios no le obliga a ello a no ser que lo ofrezca en su publicidad. En el caso de poseer tiques regalo, vales descuento o tarjetas regalo, hay que asegurarse del plazo de vigencia y si incluyen limitaciones para su utilización. Siempre conviene exigir la factura de la compra para poder devolverla o cambiarla.

4. Devoluciones en internet

En las compras por internet, ADICAE recuerda al consumidor que la ley le reconoce el derecho de desistimiento. Esto implica la posibilidad de devolver el bien adquirido en un plazo de 14 días naturales, contados a partir de la recepción del artículo.

5. Derecho a reclamaciones

En caso de reclamación, el Servicio de Atención al Cliente de la empresa debe resolverla a la mayor brevedad y en el plazo máximo de un mes desde que se presenta. Si transcurrido ese plazo la queja no se ha resuelto de forma satisfactoria, el consumidor podrá acudir al sistema extrajudicial de resolución de conflictos. Para optar a esta vía, la empresa debe estar adherida a ella. De ser así, está obligada a facilitar al usuario el acceso a este sistema.

6. Garantía por ley

En España, todos los productos nuevos tienen al menos dos años de garantía. ADICAE recuerda que se podrán ejercer los derechos de reparación y sustitución del producto, así como de resolución y rebaja del precio cuando no se hayan cumplido las condiciones de venta. Los artículos de segunda mano cuentan con una garantía mínima de un año aunque, si no se establece en el momento de la compra, la garantía será de dos años. No se permite el cambio del producto por otro similar, pero sí la reparación, la rebaja del precio o la devolución del dinero.

7. Falsas facilidades de financiación

ADICAE recomienda evitar las supuestas facilidades que las empresas promocionan para financiar a plazos las compras. Se trata de una opción que, una vez cumplidos los pasos anteriores, no debería ser necesaria. Las rebajas son una oportunidad para comprar aquellos productos o servicios que realmente se necesitan, pero no para generar deudas innecesarias.

Si resulta imprescindible financiar una compra, es preferible recurrir al préstamo de un familiar o un conocido, que estará libre de intereses. Si se acude a una entidad de crédito, hay que solicitar la menor cantidad posible para devolverla cuanto antes y así pagar menos intereses, pues estos aumentan de forma desproporcionada cuanto más se fragmenta el pago.

ADICAE recuerda que no hay que pedir ningún crédito si no se ha comprobado antes que se podrá afrontar sin problemas su pago con intereses incluidos, a pesar de que las campañas publicitarias de grandes superficies comerciales animen al consumismo compulsivo a costa del crédito.

Hay que mostrar especial atención a la letra pequeña, donde las grandes empresas suelen camuflar la Tasa Anual Equivalente (TAE). ADICAE también advierte del pago aplazado mediante la modalidad revolving de tarjetas de crédito, emitidas por bancos, cadenas de distribución o supermercados. Bajo el cebo de una tarjeta gratuita y de supuestos descuentos, el consumidor se encuentra con la obligación de pagar a plazos un crédito con TAE que van del 21% al 30%. Por eso, las tarjetas revolving deben emplearse para pagos puntuales y con el menor número de cuotas posible. Cada abono aplazado se destina a los intereses abusivos sin que apenas se amortice capital, lo que eterniza la deuda e incrementa su coste.

ADICAE alerta del auge de las empresas de créditos rápidos y microcréditos, ajenos en su mayoría a toda supervisión y regulación. Estas vías de financiación llegan a imponer TAE de usura: con intereses que rondan el 3.500% o el 4.500%. Pedir otro crédito para financiar el primero, ser perseguido por empresas de recobro, entrar en listas de morosos, perder todo el patrimonio… son algunas de las consecuencias a las que puede llevar el impago de un crédito.

En caso de duda, consulta o reclamación, ADICAE se pone a disposición de los consumidores a través de cualquiera de las sedes.

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