Con la llegada del otoño y la vuelta a la rutina muchos hogares se ven obligados a afrontar gastos extraordinarios, como unas inesperadamente caras matrículas de colegio o universidad, alguna reparación en casa o una inoportuna avería en el coche. La banca sabe que este es un momento muy vulnerable para los consumidores, y por eso se lanza a comercializar créditos al consumo, cantidades no muy altas pero con intereses abusivos.

Créditos mucho más caros que en Europa 

Los créditos al consumo en España siguen siendo tremendamente caros en comparación con su entorno. Así, mientras que la media de tipos de interés para operaciones de préstamos al consumo a plazo entre 1 y 5 años es para España de 9,60%, la media de la zona euro es de 5,89%. La media española ha bajado en lo que va de año, ya que en enero se encontraba al 10,66%, pero todavía dista mucho de situarse cerca de los parámetros del resto de países que usan la moneda única. Mientras los consumidores padecen estos intereses, los tipos de interés oficiales de la zona euro no han dejado de caer, pasando en menos de un año del 0,25% al 0,05%; para los bancos, pedir dinero casi no cuesta nada.

 Intereses desbocados 

El Banco Santander tiene en marcha la campaña Plan Crédito Familiar Por, que a través de distintas modalidades pretende fomentar el crédito al consumo. En su versión para “pequeños imprevistos”, ofrece desde una tarjeta de crédito para financiar compras, adelantos de nómina y un préstamo para pagar el IRPF. Para acceder a estos productos hay que ser ya cliente de la entidad que preside Emilio Botín. Por ejemplo, en el caso del adelanto de nómina, se ha de tener esta domiciliada en una cuenta corriente del banco. El máximo que se financia son 9.000 euros, a un plazo máximo de 8 meses, y aunque no cobran intereses, sí tiene una comisión de apertura del 2% (esto es, si pedimos el máximo, el dinero nos costará 180 euros). No hay que dejarse engañar por las facilidades, a fin de cuentas es solo un adelanto de nómina que después nos descontarán, y con coste.

En sus tarjetas de crédito, Santander ofrece la modalidad de “flexibilidad de pago”, que permite pagar una compra a plazos. Pero hay que andarse con ojo, porque aplican unos intereses de usurero. La Tarjeta Light se promociona como la que permite una mayor flexibilidad, con “grandes ventajas” como la ausencia de cuota de emisión, extensión de la garantía de los productos adquiridos con ella o un 0% TAE (Tasa Anual Equivalente) los primeros tres meses. Hay que ir a la letra pequeña para descubrir que tiene una TAE del 19,39%, un interés de demora del 24,60%, un importe por pago aplazado de 25 euros y una comisión de amortización total o parcial del 3%. A esto hay que sumar una cuota de renovación de 36 euros y diversas comisiones por retirada de efectivo en entidades que no sean el Santander.

Por su parte, BBVA, dentro de su campaña Quiero, fomenta de forma prioritaria los préstamos online “para hacer el viaje que planeas, estudiar un master o reformar tu casa”. Si se tiene la nómina o pensión domiciliada en la entidad, el préstamo personal online concede un crédito con una TAE del 11,75%, calculada para un importe de 10.000€ a un plazo de 120 meses. Tiene una comisión de apertura del 2%, con un mínimo de 90€, y requiere la contratación de un seguro de protección de pagos que puede rondar los 750 euros (depende del contratante). Sin la nómina domiciliada, la TAE asciende al 11,87%. En total, aproximadamente, para 10.000 euros el coste total del crédito puede oscilar entre los 16.000 y 16.600 euros.

Banco Sabadell continua con su línea de crédito Familiar, pensada para “reformar su hogar, comprar muebles, realizar un viaje o afrontar unos gastos imprevistos”. Con estos fines se pueden pedir hasta 60.000 euros, a pagar entre 12 o 14 cuotas al año, con un plazo máximo de devolución de 96 meses. La TAE para un crédito de 10.000 euros es del 13,12 % (total a devolver: 13.395,80 euros) en el supuesto de que se devuelva en 5 años y teniendo en cuenta la comisión de apertura del 2,00 % (mínimo 50 euros). Tiene una penalización por reembolso anticipado del 0,50%.

Llama la atención las altas cantidades que se pueden pedir con este tipo de créditos (en este último caso, hasta 60.000). Hay que tener en cuenta que las entidades dan el TAE para cifras mucho más pequeñas, por lo que para el dinero máximo que se puede solicitar cabe suponer que los consumidores se encuentrarán con costes mucho más altos.

Banco Popular para afrontar la “cuesta de septiembre” promociona el crédito a través del pago aplazado mediante su Tarjeta Global. Permite adelantar al usuario hasta 9.000 euros para sus compras, con una TAE del 12,01 %; por lo tanto, lo que vende como la “cuesta abajo” de septiembre puede volverse contra el consumidor cuando tenga que devolver el dinero dispuesto. Ya en su gama de préstamos personales, con la nómina domiciliada en el Popular se puede pedir el Préstamo Nómina que permite solicitar hasta 30.000 euros a pagar en 8 años. Tiene un TAE del 9,14% para una solicitud de 15.000 euros a 8 años (supone devolver a la entidad un total de 20.712,38 euros, 215,75 euros al mes durante 96 meses). En esta TAE se incluye una comisión de apertura del 1,50% y el coste de un seguro de protección de pagos que es necesario contratar para acceder a este préstamo.

 Entidades con poca información 

CaixaBank quiere que hagas realidad “tus ilusiones y proyectos”. Para ello propone el Crédito Hoy, por el que si el usuario lleva su nómina a la entidad de Fainé podrá solicitar un crédito de hasta 40.000 euros, a devolver en un plazo de seis años. Esta oferta es en realidad un adelanto de nómina, dentro del programa Nómina Multiestrella, y las condiciones del préstamo se negocian de forma individual con cada usuario. Con Bankia, a pesar del historial que acumula, también ocurre lo mismo: para obtener la información sobre los préstamos personales de consumo, que oscilan entre los 9.000 y 30.000 euros, hay que contactar directamente o entablar relación de cliente con la entidad. En estos casos en que la única forma de acceder a la información es a través de un comercial, hay que estar especialmente prevenido ante las condiciones que nos va a querer imponer la entidad.

 Antes de contratar un crédito, tenga en cuenta todos los factores 

Aunque siempre puede surgir un imprevisto que haga necesario recurrir al crédito, es fundamental hacerlo con mucha responsabilidad, teniendo en cuenta los riesgos que el endeudamiento puede conllevar para la economía del consumidor. Hay que prestar atención a la TAE, que nos indica el coste total del crédito, y calcular cuál es la cantidad que finalmente se va a tener que devolver al banco y en qué plazo. A más dinero solicitado y prolongado sea el periodo de amortización, más intereses tendrá que soportar el usuario. También hay que considerar el grado de relación con la entidad que se creará a raíz del crédito, ya que la contratación de productos adicionales puede encarecer indirectamente el préstamo. En el caso de las tarjetas de crédito, su uso cotidiano puede hacer que el consumidor pierda de vista que, a pesar de su formato de bolsillo, no deja de ser una forma de préstamo al consumo con un elevado coste.

Cabe preguntarse cómo el Banco de España no ejerce un mayor control sobre el coste de los créditos. Los consumidores españoles se están encontrando TAEs que pueden incluso rozar el 20%, cuando en el resto de la zona euro están en una media muy inferior a la española y el tipo de interés oficial del dinero se situa al 0,05%.

 

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