La guerra que vienen librando las entidades financieras por la captación de pasivo ha pasado ahora al campo de batalla de las nóminas. De los tradicionales regalos de cuberterías o reproductores de vídeo se ha pasado ahora a los ordenadores portátiles, televisores de última generación, netbooks, navegadores para automóviles. Regalos, todos ellos, atractivos a simple vista pero por los que suele haber que pagar los costes de envío, por lo que en caso de necesitarlos quizá salga más rentable adquirirlos en una superficie comercial.
¿Qué ofrecen las entidades financieras?
La última entidad en formar en el campo de batalla ha sido Caja Madrid, que a comienzos de junio de 2010 lanzó su campaña ‘Nómina 2038’, dirigida a sus clientes actuales y a los que quieran serlo y con la que pretendía reclutar a más de 100.000 nuevos clientes. Hasta octubre aquellos que tengan su nómina en la caja madrileña recibirán desde un reproductor musical hasta un tablet multimedia de última generación, dependiendo del importe de la nómina.
Ibanesto también continúa con su combate particular frente a ING Direct por captar cuota de mercado en la banca online. Ahora ofrece un depósito al 4% para los clientes que domicilien su nómina y, desde sus oficinas centrales, reconocen que su “obsesión” es “liderar el crecimiento” de la banca por Internet. La entidad captó 25.000 nóminas en 2009 mediante la red, cerrando el ejercicio con una cartera hipotecaria de 2.205 millones de euros y otros 1.755 en ahorro. Además está usando a Rafa Nadal y a la selección española de fútbol como ganchos e incluso ofrece, hasta el 30 de junio, una televisión de 32 pulgadas con tecnología LED para quien le lleve su nómina de 800 euros o más y tres recibos.
Los regalos se multiplican por doquier en todas las entidades. Casi todas los ofrecen a cambio de domiciliar la nómina. Incluso el BBVA, que en un principio dijo que no iba a entrar en la guerra por captar liquidez, ahora ofrece un televisor de 19 pulgadas para las nóminas superiores a 600 euros.
Sin embargo, tal y como hemos indicado anteriormente, ahora la pelea se centra principalmente en la devolución de un porcentaje de los principales recibos. Veamos qué nos ofrece el mercado:
Además de la nómina y de todo lo que conlleva en cuanto a fidelización a la entidad, ésta captará todos los recibos del consumidor, al que siempre le interesará tener domiciliados todos sus recibos para tratar de conseguir el mayor importe posible de devolución aunque no consiga descuentos por todos ellos. El banco le estará eternamente agradecido.
Y lo estará porque todas las entidades financieras ‘sacan tajada’ de los recibos que adquieren. En concreto cada una de ellas cobra entre 10 y 20 céntimos por recibo -más un porcentaje a partir de ciertos importes-, cantidad que aumenta si la empresa emisora tiene su cuenta abierta en la misma entidad. Asimismo, por cada recibo devuelto, el banco o caja de ahorros pone una comisión de 50 céntimos como mínimo, que aumenta por tramos dependiendo del importe del recibo en cuestión. No es de extrañar, por tanto, que las entidades financieras estén ávidas por captar nuestras nóminas y que algunas de ellas estén comenzando a “devolver” parte del importe de los recibos de sus clientes, una cantidad que nunca iguala la de la comisión que se llevan. Todas deberían devolver parte de los recibos.