Como por efecto de magia, la bajada de tipos del Banco Central Europeo del 0,25% al 0,15% ya se ha hecho notar en el ahorro de los consumidores. Anunciada como una medida que propiciará que el crédito sea más accesible, de momento han sido los depósitos los que más rápido han apreciado el cambio. A falta de que el Banco de España actualice sus estadísticas, en el Comparador Finaciero de ADICAE se constata que la media de los depósitos con un plazo de un año es del 1,2%.

La media es indicativa, pero aún más son los datos desglosados, mucho más claros para comprender la caída de los intereses. De los 33 depósitos con un plazo de un año de los que hay datos disponibles, 15 se ofrecen una rentabilidad igual o menor al 1%, llegando incluso a haber un depósito con solo el 0,44% de TAE (Citibank Anual).

Mientras, uno de los intereses más altos y que sube la media, el que ofrece el Depósito 2,50% de Banco Espirito Santo, exige colocar 50.000 euros en la entidad y condiciona la remuneración a que el titular contrate fondos de inversión por cuantía igual o superior a la del depósito; un producto en el que sí corre el riesgo de perder la inversión. Las rentabilidades superiores están al alcance de pocos ahorradores, y conllevan un importante grado de vinculación con la entidad, además de ciertos riesgos por la posibilidad de estar sujetos a la contratación de otros productos y tener una alta penalización por cancelación anticipada.

En mayo La economía de los consumidores ya advertía de que la banca estaba remunerando por los depósitos menos de la mitad que apenas un año y medio antes, con cifras bastante escuálidas. Así, en otoño de 2012 la remuneración media de los plazos fijos era del 2,91%, y había ofertas que superaban el 4% en determinadas condiciones. En mayo de 2014, estos intereses se situaron de media en el 1,35%, y eran del 1,2% para plazos a un año, según datos del Banco de España.

En la actualidad, para conseguir una rentabilidad del 3%, una de las más altas disponibles en estos momentos, ofrecida por Caja 3, hay que contratar un depósito a un plazo de un año y tres meses, con un importe mínimo de 10.000 euros; si se retira el dinero de forma anticipada, penaliza la rentabilidad ofreciendo solo el 1% de interés. Otros, como el Depósito Interés Creciente de Barclays, ofrecen un 2,15% de interés para un plazo de tres años y un desembolso mínimo de 30.000 euros.

 Empuja al ahorro hacia productos con riesgo 

La tendencia a rebajar la rentabilidad tiene un claro efecto: desincentiva a los ahorradores para que coloquen su dinero en depósitos a plazo fijo y los empuja a contratar productos que ofrecen mejores remuneraciones, pero que también acarrean más riesgos. Cabe recordar que los depósitos son el mejor refugio para el ahorro conservador, que no quiere llevarse sustos, ya que el total del capital está garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos, que cubre hasta 100.000 euros por cuenta y titular.

Da la impresión que son las propias instituciones, tanto europeas como nacionales las que impulsan esta tendencia, al forzar que los intereses de los depósitos se sitúen bajo mínimos. Cabe recordar que el Ministerio de Hacienda, a través de su última reforma fiscal, promueve la creación de un nuevo producto financiero, el Plan Ahorro 5, en el que se incentiva el ahorro a cambio de ventajas fiscales, pero que contempla pérdidas de hasta el 15% del capital invertido.

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