Puede haberle pasado que haya entrado en una sucursal de banco dispuesto a realizar un pago en efectivo en ventanilla con ingreso en cuenta y, en el momento de realizar el ingreso, el comercial bancario le exige abonar, además, una comisión de entre 1,50 y 3 euros. Son las comisiones por ingreso en efectivo en cuentas de las que el consumidor no es titular, unas comisiones totalmente abusivas puesto que los bancos cobran por ingresar dinero en sus propias cuentas. A estos pagos se suman otros totalmente desmesurados como es la comisión de administración por apuntes en cuenta o por disponer de efectivo.
Desde el comienzo de la crisis, las entidades financieras han aumentado sus comisiones sistemáticamente para paliar otras pérdidas. Así, en 2013 las comisiones llegaron a subir hasta un 31% y representaron el 23,24% de sus ganancias ese año. Estas cifras demuestran el gran peso que tienen las comisiones en las cuentas de resultados de los bancos. Recordar que las comisiones no están reguladas, por lo que los bancos pueden aplicarlas en cualquier momento y sólo están obligados a comunicar al consumidor los cambios en sus precios con una antelación de dos meses antes de su aplicación.
Entre sus comisiones, los bancos incluyen una totalmente injustificada, como es cobrar por ingresar dinero en efectivo en ventanilla a cualquier cuenta de la entidad de la que no se es titular. Bankia y Banco Santander aplican la tarifa más cara, hasta 3 euros por realizar el ingreso y emitir el justificante de pago (necesario la mayoría de las veces para justificar al titular que se ha realizado el ingreso), aunque Caixabank tampoco se queda atrás; la entidad cobra 2 euros por la misma operación y, además, 6 euros por emitir el justificante de pago.
A esta comisión, se suma las de apunte en cuenta (comisión de administración) por la que cobran cada vez que se realiza un movimiento en la propia cuenta, exceptuando los que se incluyen al pagar la comisión de mantenimiento. El consumidor debe estar alerta de que no le cobren esta comisión por un servicio que se incluye dentro de la comisión de mantenimiento y acabar pagando dos veces por lo mismo. Algunas entidades, como el Banco Popular, cobran también hasta por disponer de efectivo en oficinas de la entidad distintas de la que en que se abrió la cuenta. Es decir, que si se necesita efectivo y no se puede desplazar hasta la sucursal donde el consumidor abrió su cuenta corriente, el cliente deberá pagar 1 euro de comisión por disponer de su propio dinero.
Reclame las comisiones abusivas o cámbiese de banco
Los bancos tienen libertad para establecer los precios de las comisiones puesto que no hay ninguna regulación que las limite. La única obligación que tienen es la de notificar con al menos dos meses de antelación antes de su aplicación cualquier modificación que hagan en sus comisiones en perjuicio del consumidor. En estos casos, si no se está conforme con las nuevas condiciones, el cliente puede negociar con la entidad para que no le apliquen las nuevas comisiones o anular todos los contratos y cambiarse de banco sin ningún coste.
El análisis realizado por ADICAE de cláusulas abusivas en los contratos bancarios reveló que gran parte de las comisiones son abusivas, están sobrevaloradas para el servicio que prestan o se cobran de manera irregular, duplicándose incluso su cobro. En caso de que el consumidor detecte una comisión por un servicio que no le han ofrecido o que le han cobrado dos veces por una misma operación (en el caso, por ejemplo, de la comisión por apunte y la de mantenimiento), debe reclamar inmediatamente la devolución de esa cantidad en el Servicio de Atención al Cliente o acudiendo a su sede ADICAE más cercana.