Actualmente, ya no se cuestiona la necesidad de un seguro de hogar y cada día son más las viviendas que son aseguradas ante posibles siniestros. Es por ello, que ha aumentado la variedad de productos de este tipo y nos encontramos en el mercado con una amplia gama donde elegir, dependiendo de las características de las viviendas o de lo que se desea contratar.
Aunque lo habitual es que la misma comunidad de vecinos se preocupe de tener una póliza que garantice el arreglo de averías en las zonas comunes de las fincas y que asuman el riesgo de incendios, escapes de agua, rotura de puertas y ventanas y robo, en definitiva, todo lo que afecta a los vecinos o deriva de desperfectos en lo que llamamos el continente de la casa, también lo es que cada vecino contrate su seguro de hogar particular que cubra las partes que quedan excluidas de la póliza comunitaria.
Las asociaciones de consumidores y las aseguradoras, coinciden al señalar que es necesario poseer un seguro que complemente el comunitario y que cubra aquellos desperfectos que se producen dentro de la vivienda y que protegen incluso el mobiliario o el llamado contenido del hogar.
A la hora de contratar un seguro de hogar hay que tener presente que las aseguradoras basan su negocio en que las primas cobradas deben ser proporcionadas al riesgo que cubren. En las pólizas, la prima se fija en función del valor de la casa y los enseres. Cuando el cliente asegura por un valor inferior al que la compañía considera adecuado y, en consecuencia, paga una prima más baja, la aseguradora se reserva el derecho a reducir las indemnizaciones en función de las primas. Por ejemplo, si un cliente asegura en 80.000 euros un piso que la compañía valora en 100.000 (excluido el valor del suelo que no se asegura) al sufrir un siniestro de cualquier cuantía, la compañía reducirá en un 20 por ciento la indemnización.
No pague dos veces por lo mismo
Al contratar un seguro especifico para el lugar de residencia, conviene que el cliente se informe de forma detallada sobre los siniestros que cubre su seguro de comunidad que está contratado por todos los vecinos, conforme a una obligación estatutaria, y que es pagado dentro de los gastos que se generan en un bloque de pisos. Este dato es importante pues a la hora de contratar nuestra póliza es recomendable tener información de lo que ya estamos pagando para no duplicar los gastos y contratar algo que ya tenemos asegurado.
Por citar un ejemplo, si se contrata un seguro que posee una cobertura de siniestros por rotura de tuberías es imprescindible saber cuál nos queda cubierta con el seguro comunitario pues puede darse el caso de que cubra toda la red de agua del edificio con lo que sería absurdo volver a contratar el mismo servicio, aunque lo habitual es que los seguros comunitarios solo cubran la parte que corresponde a las zonas comunes, quedando excluidas todas aquellas que solo afectan a las propiedades particulares o privadas.
En el caso de los incendios hay que tener en cuenta que al comprar un piso mediante un crédito hipotecario, como ya hemos dicho anteriormente, las entidades bancarias exigen a quien solicita el préstamo que asegure su vivienda contra incendios, como garantía del préstamo. Sin embargo, no estamos obligados a contratar esa póliza con la compañía que indique la entidad bancaria. Además, es habitual que el edificio ya esté asegurado contra incendios por el seguro de la comunidad por lo que el comprador terminaría abonando dos veces el mismo concepto. Para evitarlo, bastará con presentar a la entidad bancaria los documentos que acrediten que la cobertura contra incendios se recoge en el documento mancomunado y que éste se paga.
Esto resulta fundamental para los consumidores, ya que si dos seguros cubren el mismo siniestro sólo uno de ellos lo asume, pues se entiende que el tomador no puede cobrar el doble del valor de lo asegurado.
Continente y contenido, conceptos distintos
Dos de los conceptos que tienen que quedar claros cuando se contrata una póliza de seguros de hogar es el continente y el contenido. Por continente tomamos todas las partes del edificio que les son propias, es decir, todo aquello que no se puede trasladar a otro sitio, mientras que por continente entendemos el mobiliario y todo lo que se encuentra dentro del continente. Es importante que hagamos esta distinción pues el precio del seguro dependerá tanto del continente como del contenido.
En el caso del continente, el tomador opina, habitualmente, que tasan su vivienda muy por debajo de su valor en el mercado, debido a que no se estiman criterios como la situación de la casa en una calle céntrica, las circunstancias del mercado inmobiliario cuando se adquirió la vivienda o variables que otorgan al piso determinado precio.
El capital asegurado para el continente debe coincidir con el valor de reconstrucción, excluido el valor del suelo. Para calcularlo, puede asesorarse con un especialista en construcción de su zona que le indicará lo que cuesta en la actualidad.
Por el contrario, a la hora de asegurar el contenido de la vivienda entra en juego la subjetividad del tomador para calcular el valor total de las pertenencias de su caso. Se corre el riesgo de calcular, por lo bajo, lo que se conoce como infraseguros. Hay que tener en cuenta que cuanto menor sea el valor en que se ha tasado el contenido de una vivienda, lo que abaratará el seguro, menor será la cantidad a reclamar a la aseguradora en caso de siniestro. De todas formas, la tasación a la baja es muchas veces compensada con lo cual se acerca al total del costo.
Compare pólizas y elija
Actualmente, en nuestro país, doce millones de hogares están cubiertos ante posibles incidentes por un seguro multirriesgo. Casi todas las pólizas que compiten actualmente en el mercado se basan en coberturas de daños a las cosas, básicamente incendio, robo, daños por agua, cristales y responsabilidad civil. ADICAE ha analizado algunos seguros de hogar para que el usuario pueda comparar precios y descubra las características de estos.
Seguros infrautilizados
Tanto los seguros multirriesgo como los de la comunidad de vecinos contienen coberturas infrautilizadas por los usuarios, a veces por simple desconocimiento, como es el caso de la responsabilidad civil de todos los sucesos susceptibles de litigio que acontezcan en las partes comunes del edificio. Ejemplos de esto serían el desprendimiento de una cornisa o una caída debida a un resbalón en las escaleras enceradas. En estos casos, el seguro ha de hacerse responsable de todo lo que derive de estos percances. Por su parte, los seguros multirriesgo particulares incluyen en ocasiones coberturas como atraco fuera del hogar, el uso fraudulento de tarjetas de crédito, la rotura de lunas, cristales , loza sanitaria, vitrocerámica y el cambio de cerradura por el extravío de llaves.
En estos seguros, la clave está en la letra pequeña, que conviene leer con suma atención para conocer qué incluye y excluye la póliza y a cuanto dinero puede ascender la indemnización si tenemos derecho a ella,
Es importante que en la póliza se asegure la responsabilidad civil del inmueble por 300.000 euros como mínimo para pólizas individuales y 600.000 euros para comunidades, ya que si hay daños físicos las indemnizaciones pueden ser cuantiosas. También es interesante asegurar la responsabilidad civil familiar si no la tiene contratada en otro seguro, aunque a veces esta cobertura está condicionada a contratar aseguro para el contenido.
Percances más habituales
Uno de los percances más habituales y que supone una gran parte de los siniestros que se originan son los desperfectos ocasionados por escapes de agua, bien por rotura de tuberías o por otros motivos. Por lo general, bastará con contactar con la entidad aseguradora que se ocupará de peritar y gestionar los arreglos. Puede ocurrir que el pintor se limite a cumplir con la cláusula que indica que hay que borrar la mancha causada por el agua por lo que la habitación tendrá dos colores diferentes. Para paliar estas situaciones se creó la figura del “arreglo del daño estético”, que obliga a pintar toda la habitación. Es recomendable revisar este detalle en los seguros ya que por poco más nos ahorraremos más de un disgusto.
Cuando se va a contratar una póliza se debe examinar siempre de forma detallada la cobertura de daños por agua y por incendio. Cómo ya hemos señalado anteriormente, los siniestros originados por el agua son muy frecuentes y, normalmente, representan un gran coste de reparación, por lo que es fundamental que estén limitadas en la póliza. Hay que tener especial cuidado porque no en todos los casos la cobertura de este apartado es total.
Respecto al riesgo de incendios, normalmente las compañías indemnizan con el 100% del continente y contenido pero hay pólizas en cuya la letra pequeña incorporan determinadas limitaciones en las que se señala que sólo cubren un porcentaje del coste de los bomberos. Es aconsejable, pues, prestar atención a este punto.
Por otra parte, para evitar problemas con la compañía de seguros en relación con el contenido, tenemos que señalar que se suelen diferenciar tres clases de objetos que permiten una clara identificación. Por un lado, el mobiliario normal, que recoge los bienes de uso habitual tales como camas, sofás, muebles de cocina, armarios, mesas, ropa de cama y de vestir y aparatos de imagen y sonido.
Por otro lado se encuentra el mobiliario especial que son los objetos cuyo valor supera una determinada cantidad establecida por la compañía aseguradora y finalmente las joyas, que normalmente, se suelen separar del resto del contenido sobre todo si son de valor. Lógicamente, el coste de asegurarlas aparte es distinto, estableciéndose unas tarifas especiales para estas.
Asegurar el contenido cuesta entre 3 y 4 veces más que el continente por cada 1000 euros de capital asegurado. Si su patrimonio es suficiente, puede afrontar la pérdida de sus enseres o asegurarlos en un valor menor del real, asumiendo usted parte del riesgo.
Motivos para contratar un seguro
A pesar de lo que muchas veces se tiende a pensar, en tres de cada cuatro ocasiones el seguro de hogar se ha contratado por necesidades específicas del propietario y de forma independiente a la concesión de un crédito hipotecario. Sólo uno de seis casos se contrató para conseguir comprar la vivienda. Además se comprueba que la edad también influye en la contratación de una póliza; se ha hecho de forma independiente en mayor medida cuanto más edad tiene el propietario de la vivienda. Esto nos indica que existe una alta convicción del consumidor español sobre la necesidad y utilidad de los seguros del hogar.
Este dato va unido a una percepción favorable de la oferta del mercado de seguros del hogar, aunque por debajo de las expectativas del consumidor ya que aunque un 83% piensa que este producto es útil y necesario, solo un 53% está suficientemente informado o por lo menos se siente menos informado de lo que su nivel de interés parece exigir. También, la sensación de falta de información alcanza niveles muy similares a la experiencia de haber recibido el ofrecimiento de suscribir un seguro de hogar. Finalmente, la sensación de que la oferta de los seguros de hogar es limitada alcanza a casi uno de cada tres consumidores.
Algunos consejos útiles
En cada renovación, procure actualizar capitales conforme el IPC ya que pueden quedar desfasados.
En caso de siniestro, pida al perito que le entregue por escrito su informe y los pasos que debe seguir. Si surge algún problema, podrá aportar ese escrito para justificar su actuación.
Conteste con veracidad al cuestionario que le presenten al contratar, sobre todo, en lo que represente un agravamiento del riesgo, como la antigüedad , y guarde una copia.
Si el banco le exige tener un seguro del hogar para darle una hipoteca, sepa que puede elegir la compañía. Además, un Además, un buen seguro de comunidad puede suplir a la póliza individual si la entidad bancaria acepta y la comunidad se compromete a mantenerlo.