Entre los años 2002 y 2013 se construyeron 4.044.226 viviendas según datos del Ministerio de Fomento; 3.453.581 casas están vacías según el último censo de población del Instituto Nacional de Estadística del 2011; desde 2007 hasta el primer trimestre del 2014 ha habido 547.966 ejecuciones hipotecarias según recoge el Consejo General del Poder Judicial. A pesar de estos datos, el Gobierno continúa dando licencias de construcción (en 2013 el Gobierno concedió 19.889 licencias de obras). ¿Quién se lucra con esta situación? Las constructoras y los bancos, que continúan beneficiándose de las concesiones para construcción cuando todavía hay millones de pisos sin vender y familias en procesos de desahucio hipotecario.
Las empresas inmobiliarias y compañías relacionadas con la construcción y viviendas mantienen una relación muy estrecha con la banca, puesto que cuentan con representantes de los bancos en sus Consejos de Administración o las propias entidades son propietarias de porcentajes de su accionariado. El porcentaje de acciones que tienen los bancos en estas compañías les asegura tomar decisiones en los Consejos de Administración y en las Juntas de Accionistas, donde pueden proponer a los consejeros y tomar decisiones. Después de analizar los datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los informes anuales de las entidades y las webs corporativas de las empresas, encontramos que la banca participa en hasta 431 empresas relacionadas con la construcción y el sector inmobiliario.
El caso más significativo es la inmobiliaria Metrovacesa que pertenece a cinco bancos: Banco Popular con el 12,640% de los votos, Banco Santander con el 34,866%, Bankia posee el 19,068%, BBVA tiene el 18,310% y Banco Sabadell es poseedor del 12,352% de las acciones de la compañía. En total, el 97,236% de Metrovacesa está controlado por la banca. Esta inmobiliaria era propietaria de 1,3 millones de metros cuadrados en los terrenos donde se iba a edificar el complejo de ocio Eurovegas en Alcorcón.
En este terreno, Bankia también posee el 24,95% de Realia, la inmobiliaria que perteneció a Caja Madrid y cuyas oficinas están situadas en las Torres Kio, junto con las de Bankia. El consejero de la entidad financiera Jorge Cosmen Menéndez-Castañedo es también accionista de la inmobiliaria. Otro consejero de Bankia, Joaquín Ayuso García, es vicepresidente segundo de la compañía constructora de infraestructuras Ferrovial con el 0,017% de las acciones. Ayuso es también miembro del Consejo de Administración de Hispania Activos Inmobiliarios, compañía especializada en la inversión inmobiliaria.
Al Santander lo encontramos en el Grupo Empresarial San José, con el vicepresidente tercero de la entidad Guillermo de la Dehesa Romero en su Consejo de Administración. Esta empresa se dedica tanto a la construcción de infraestructuras como a la actividad inmobiliaria. El Grupo Villar Mir, presidido por el consejero del Santander Juan Miguel Villar Mir, es propietario de varias empresas relacionadas con la construcción y la vivienda: FerroAtlántica, Inmobiliaria Espacio, Grupo Pacadar y el Grupo OHL (que participa en Abertis Infraestructuras con el 18,925% de las acciones). Rodrigo Echenique Gordillo, también consejero del Santander, es propietario del 97,721% de las acciones de la urbanización de lujo Sotogrande.
Por su parte, Caixabank participa a través de Criteria CaixaHolding en Abertis Infraestructuras con el 19,22% de las acciones. La entidad está representada en la compañía por Isidré Faine Casas, presidente de Caixabank y vicepresidente de Abertis, Marcelino Armenter Vidal, Susana Gallardo Torrededía y Juan María Nin Génova. Otra empresa relacionada con la construcción en la que también participa Caixabank es Saba Infraestructuras, de la que posee el 50,10% de las acciones y en la que encontramos a la consejera de la entidad María Dolores Llobet María.
El consejero del Banco Sabadell José Javier Echenique Landiribar está en el Consejo de Administración del grupo de construcción ACS representando a la Corporación Financiera Alcor. En ACS también encontramos a la Banca March, que posee el 11,300% de la constructora a través de la Corporación Financiera Alba. El consejero también del Sabadell José Permanyer Cunillera es presidente de la inmobiliaria del banco: Solvia. El Popular se encuentra en el consejo de Elementia con Antonio del Valle Ruiz, y en el de Cementos Molins con Ana María Molins López Rodo. En el caso del BBVA, el consejero de la entidad Ángel Cano Fernández es miembro de Repuestos Mineros, e Ignacio Ferrero Jordi se encuentra en Supertrading Internacional y Supertrade Cuarta.
En resumen, la banca participa en un total de 431 empresas relacionadas con la construcción y la vivienda, entre las que encontramos importantes inmobiliarias y grandes constructoras de infraestructuras.
Al igual que con las autopistas, la banca ha dado financiación a estas grandes empresas constructoras, que junto con especuladores, promotores inmobiliarios y el ‘impulso’ de los diferentes gobiernos, han sido los culpables de la burbuja inmobiliaria que estalló en 2007. Además, estas empresas gestionan concesiones que les proporcionan los distintos gobiernos, como Ferrovial que se encargó de la rehabilitación de la Central Eléctrica de Mediodía en donde se situó la nueva sede del Caixa Forum en Madrid o la Terminal 3 del Aeropuerto de Málaga o el caso de OHL que se encargará del Proyecto Canalejas en Madrid.
A la crisis inmobiliaria hay que sumar la crisis hipotecaria que viven cientos de miles de familias y los abusos que comete la banca contra los consumidores, como la cláusula suelo, que sólo agrava esta situación. Desde 2007 tenemos 547.966 ejecuciones hipotecarias si analizamos los datos del Consejo General del Poder Judicial hasta el primer trimestre de 2014. Además, entre los años 2002 y 2013 se construyeron 4.044.226 viviendas de nueva planta y el último censo del INE revela que en 2011 hay un total de 3.453.581 viviendas vacías, apenas una diferencia de 500.000 viviendas con respecto a las de nueva construcción.
Mientras hay millones de pisos vacíos y se desahucia a las familias de sus casas, el Gobierno continúa dando licencias para obras y construcción de viviendas. Las constructoras y entidades financieras, principales responsables de la burbuja inmobiliaria, continúan realizando las mismas actividades que en los años previos a la crisis sin haber aprendido la lección.