La Comisión Europea ha solicitado oficialmente al regulador español de las telecomunicaciones (CNMC) que retire o modifique la propuesta que fija los precios regulados que el operador dominante, Telefónica, puede aplicar a otros operadores que deseen vender servicios de banda ancha a través de la propia red de Telefónica. El mercado de las telecomunicaciones en España está teóricamente liberalizado pero depende de una infraestructura cuya titularidad es en su mayor parte de Telefónica, que alquila esta infraestructura al resto de empresas.
La Comisión ya señaló que la propuesta de precios de la CNMC podría ser incompatible con las normas de la UE en materia de telecomunicaciones, atentar contra la competencia y no promover la inversión en la banda ancha de alta velocidad. En particular, a la Comisión le preocupa que el modelo de fijación de precios propuesto por el regulador español conduciría a una tarifa regulada que superaría hasta en un 50 % la correspondiente a costes eficaces.
Después de tres meses de investigación en profundidad, la Comisión ha llegado a la conclusión de que la medida de la CNMC sigue sin ser suficientemente transparente y contiene algún elemento de arbitrariedad, teniendo en cuenta que la CNMC no ha justificado en detalle los niveles de precios fijados. El Organismo de Reguladores Europeos de las Comunicaciones Electrónicas también comparte la mayoría de las preocupaciones expresadas por la Comisión, según expresa en un comunicado.
Si no hay cambios, al juzgado
La Comisión exige ahora al regulador español que retire o modifique su propuesta con el fin de adaptarla a la normativa de la UE en materia de telecomunicaciones. En caso de que la CNMC no siga la recomendación de la Comisión, esta estudiará las medidas jurídicas oportunas. Se trata, dicen, de promover la competencia y potenciar el entorno de la inversión en banda ancha de tal manera que mejore la calidad del servicio y sus precios se mantengan moderados.
Algo que en España no sucede; los consumidores españoles pagamos las tarifas de telefonía e internet más caras de Europa, y sin embargo nuestras conexiones no funcionan con la calidad proporcional a esos precios. Como el de la luz, el mercado de las telecos en España se sometió a una falsa liberalización que está generando sobrecostes y abusos para los consumidores. «Las situaciones pueden variar en función de los distintos países, pero nosotros debemos reforzar la coherencia de la regulación para promover un mercado único de las telecomunicaciones», dice Neelie Kroes, Vicepresidenta de la Comisión Europea.