El fin de año trajo otra nueva sorpresa desagradable para los consumidores: la banca ha subido de media sus comisiones más habituales hasta un 31% más con respecto a la media calculada en 2012. Este dato es una muestra más de la creciente tendencia que viene practicando la banca desde el comienzo de la crisis de aumentar sus comisiones, cargando parte de la reestructuración bancaria en los bolsillos de los consumidores.

Una de las subidas más significativas la encontramos en la comisión que se cobra por mantenimiento anual de la cuenta corriente, que asciende de media un 29,42% más que en el año anterior, una comisión que afecta a casi toda la población que tenga una cuenta de ahorros en cualquier entidad bancaria y que supone una ganancia fija anual para el banco. La comparativa de datos hace sospechar que, poco a poco, todas las entidades tienden hacia la comisión de 60 euros anuales por el mantenimiento de la cuenta, como se puede apreciar en los casos de La Caixa e Ibercaja, que en el año 2012 cobraban 27 y 36 euros respectivamente de comisión; en el 2013, este servicio ha ascendido hasta las cifras de 57 y 60 euros. Con esta medida, la banca evita competir entre sí. El consumidor puede intentar unirse a los programas de “comisiones cero” de cada entidad, pidiendo toda la información y analizar si le conviene adherirse o, por el contrario, comparar comisiones y buscar bancos con menores costes o que no apliquen comisiones.

Quien quiera contratar un crédito también se va a encontrar con una subida en las comisiones de contratación. El estudio del préstamo no hipotecario ha descendido ligeramente un 0,61%, pero, en cambio, ha aumentado un 58,83% el mínimo a cobrar. La apertura del préstamo no hipotecario cuenta con una subida del 16,27% en sus comisiones, con un aumento del 30,26% en el mínimo, que ya llega a los 250 euros en algunos casos. En cuanto a hipotecas, la apertura de este préstamo también asciende un 5,83%, con una subida en el mínimo del 17,83%, con cuotas hasta 900 euros.

El resto de comisiones más habituales también han aumentado. La cuota anual de las tarjetas de débito sube un 5,02%, al igual que las comisiones por sacar efectivo en cajeros, tanto de la propia entidad como en el resto de bancos, que llegan casi al 5%. Quedarse en números rojos en una cuenta también supone un gasto aún mayor que en 2012. La comisión por descubierto asciende el 5,38%, al igual que el mínimo, que sube un 31,29%. La reclamación por descubierto se incrementa un 1,45% en una tarifa ya de por sí abusiva que se suma a la comisión por descubierto.

Actualmente, el 40% de las familias tiene problemas para llegar a fin de mes debido a las constantes subidas en servicios como la luz o el teléfono, por lo que es fácil que sus cuentas entren en números rojos. Cuando ocurre ésto y un consumidor se queda en descubierto, la banca aplica las comisiones de manera automática, una práctica ilegal con la que cobra la comisión por descubierto y la reclamación de dicha deuda sin ni siguiera haber dado aviso al cliente. Ante esta costumbre, el consumidor debe reclamar y exigir la devolución del dinero.

Estas subidas de las comisiones están muy por encima del valor adelantado del IPC, que sitúa una variación anual de los precios de consumo del 0,2% en diciembre del 2013. A lo largo del 2013, este dato ha sufrido una bajada desde el 2,7% registrado en enero de 2013 hasta el 0,2% de final de año. No ha pasado igual con las comisiones bancarias, que no paran de aumentar y pueden suponer varios cientos de euros al año para un consumidor si no realiza una comparación entre entidades.

Ante esta situación de desprotección de los consumidores, ADICAE propugna por la regulación legal de una cuestión tan importante como es la de las comisiones bancarias, que carecen de criterios claros en su aplicación. El último intento de la asociación en este sentido ha sido presentar una serie de alegaciones a la Directiva 2013/0139 de la Unión Europea, que pretende regular las normas sobre transparencia sobre comisiones bancarias, garantizar que todos los usuarios tengan acceso a una cuenta básica y mejorar la protección del consumidor.

Gran parte de las comisiones que cobra la banca son abusivas para el cliente medio, para el que cualquier cobro, por mínimo que sea, perjudica gravemente la economía familiar. El consumidor no debe de olvidar que tiene una poderosa arma con la que poder negociar la bajada de las comisiones con su entidad: sus ahorros. Si no se está conforme con las comisiones que aplica su banco, siempre puede buscar una mejor oferta y cambiar sus ahorros de entidad bancaria.

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