Desde 2012, casi un millón de familias se han convertido en accionistas forzosos debido al canje de las preferentes por acciones que impusieron los bancos implicados en el fraude de las preferentes, es decir, han pasado de ser ahorradores a ‘inversores’ obligados que operan en Bolsa. La banca los ha hecho poseedores de una cuenta de valores no solicitada que genera gastos de mantenimiento, custodia y administración de las acciones adquiridas. Son las comisiones que se cobran por este servicio las que han experimentado un importante incremento durante el último año y medio y ahora los preferentistas se encuentran con un doble problema: la imposibilidad de hacer uso de sus ahorros y afrontar unos gastos por un servicio que no han solicitado.
Las cuentas de valores son necesarias para que el consumidor pueda operar en el mercado de valores, más conocido como la Bolsa, por lo que se tiene que firmar un contrato de custodia y administración de valores o acciones con una entidad financiera. Mediante esta cuenta se podrá realizar compras, ventas de acciones, cobros de posibles ganancias, etc., que quedarán registradas. Son este tipo de operaciones por las que el banco cobra comisión, unas comisiones que en el último año y medio han ido aumentado de forma súbita, siendo ya más del doble de lo que cobraban en el 2012 o, incluso, multiplicándose por 15 en algunos casos.
Si tomamos como referencia los datos del estudio de ADICAE ‘Análisis de las comisiones en tiempos de crisis. Periodo 2007 – 2012’ y la información procedente de los libros de tarifas de las entidades (disponibles en sus páginas webs), podemos comprobar el gran aumento que la banca ha realizado sobre estas comisiones, algunos de ellos del 100%, 200% y hasta del 1.400%. El caso más destacado es Bankinter, que en 2012 cobraba 0,40% con un mínimo de 4 euros y en el 2014 ascendió al 1% y mínimo de 60 euros; es decir, un aumento del 150% y del 1.400% en el caso del mínimo. El siguiente es Unicaja, que actualmente tiene una comisión del 0,45% y mínimo de 12 euros, un incremento del 200% y 733,33% en el mínimo con respecto al 2012 (0,15% y mínimo de 0,60 euros).
A pesar del aumento generalizado de esta comisión, si realizamos la media de los años 2012 y 2014, comprobamos que en 2014 se ha reducido lo que se cobra sobre el total de la operación un 42,34% respecto al 2012, pero, en cambio, el precio mínimo a pagar ha aumentado un 121,83% en este año y medio.
Comisiones por operar con valores
Además de la comisión por el mantenimiento de las acciones, las entidades cobran por cualquier movimiento que se realice con los valores. La comisión de operaciones de intermediación en mercados de valores de renta variable oscila entre el 0,65% con mínimo 19,50 euros y 0,60% con mínimo 9,01 euros entre la gran banca, como podemos encontrar en sus libros de tarifas. A esta comisión, se pueden sumar muchas más como los trámites de expedientes de todo tipo, la compra y venta de valores y la suscripción de las acciones en los mercados.
Obligaciones de la entidad con el consumidor
Las entidades tienen ciertas obligaciones para el consumidor que deben cumplir a la hora de operar con valores. El contrato de custodia y administración de valores suele obligar a la entidad a:
1. Informar al consumidor sobre los riesgos que tiene operar con acciones/valores y comprobar si entiende las características del producto y éste se adapta a su experiencia en productos de ahorro-inversión. La entidad deberá entregar al consumidor la información precontractual MiFID (ficha con toda la información sobre el producto que debe estar disponible para el consumidor).
2. Guardar y custodiar los valores, la entidad sólo podrá utilizarlos en beneficio de su cliente. Las operaciones anunciadas por la entidad emisora que requieran la conformidad del ahorrador (derechos de suscripción, ampliaciones de capital, etc) tendrán que ser comunicadas por la entidad financiera por escrito. La entidad dará un plazo para que el consumidor responda y tendrá que atender a su mandato. En el caso de que la contestación se reciba fuera de plazo o de no recibirla, se tomará la decisión más conveniente para el cliente.
3. La entidad tiene que actuar con honestidad, imparcialidad y profesionalidad.
4. Si el consumidor solicita que se le restituyan los valores la entidad tendrá que hacerlo.
5. La administración de los valores (cobro de intereses, dividendos, primas, desembolsos, etc).
6. Remitir al consumidor las liquidaciones de las operaciones por correo (o por otro medio si así se acuerda). Cada vez que se realice una operación se mandará un extracto. Si no se realiza ninguna operación se enviará un extracto anual para informar del estado de la cuenta.
Operar con acciones conlleva un riesgo de incertidumbre, puesto que al operar con renta variable no se conocerá la rentabilidad final, y en el caso de los preferentistas, no asegura la recuperación de sus ahorros. El consumidor que invierta en Bolsa podría cosechar pérdidas, o tener su dinero retenido durante bastante tiempo para recuperar la cantidad inicial, además de las comisiones generadas en la cuenta de valores, de las que hemos comprobado la tendencia de la banca a aumentarlas de manera desmesurada.
Desde ADICAE se recuerda a los consumidores que siempre pueden negociar con su banco la rebaja de estos cobros o su completa anulación, y en caso de no quedar conforme, puede reclamar si considera que la comisión que se le aplica es abusiva para el servicio que le prestan.