La banca sigue cerrándose en banda a rebajar los tipos de interés de los préstamos hipotecarios -formados por el diferencial de las hipotecas y el índice hipotecario, habitualmente el Euribor-, a pesar de los 3,5 millones de casas vacías que hay en España, de las cuales alrededor de 670.000 pertenecen a entidades financieras. El grifo del crédito hipotecario permanece hermético, y los tipos de interés continúan elevándose para los préstamos hipotecarios en España.
Según datos oficiales del Banco de España, los tipos de interés aplicados en operaciones hipotecarias a más de 10 años -es decir, a la inmensa mayoría- alcanzaron en junio en España la cota del 5’77%, mientras que en la Eurozona se sitúan en el 3,16%. Es decir, los tipos de interés que los españoles pagamos por nuestras hipotecas son un 82,6% más caros que los de la media de la Eurozona. De hecho, mientras en la Eurozona los tipos de interés han bajado este año del 3,35% al 3,16% actual, en España se han elevado del 4,81% al 5,77%, casi un 20%.
A esto se une el hecho de que en la mayoría de los países de la Eurozona los hipotecados están mucho más protegidos que en España. Francia, Bélgica, Alemania, Reino Unido, Italia, Países Bajos o Austria ofrecen una protección a los deudores hipotecarios mucho mayor que la proporcionada por la legislación española: comisiones judiciales de reordenación de deudas, quitas o incluso cancelaciones totales pasado un plazo determinado de tiempo abundan en sus ordenamientos jurídicos. Es decir, en España los consumidores continúan a merced de los bancos en cuanto se incurre en el primer impago que, con las hipotecas más caras de Europa, es algo que está a la orden del día.