Para este portavoz es especialmente grave que la respuesta de los bancos a este engrosamiento del crédito haya sido la aplicación de un tipo de interés medio del 19,3 % frente al promedio del 16,5 % que se fija en toda la Eurozona. Estos datos están recogidos en el estudio «Los consumidores y los costes asociados a las tarjetas de crédito y débito» elaborado por el equipo técnico de ADICAE y que pretende «arrojar algo de luz sobre la situación de los consumidores ante las tarjetas de pago y poner en valor sus intereses y derechos», tal y como informa EFE.
Según Herrero, en 2005, año en el que el saldo vivo en tarjetas de crédito era de 26.000 millones se registraron unas pérdidas de 137,8 millones por la morosidad pero en 2010, momento en que «el saldo vivo aumentó muchísimo», también lo hizo la morosidad que se situó en 2.310 millones de euros. En opinión de Herrero, la crisis ha obligado a la gente «a tirar» de la tarjeta de crédito por falta de disposición de otros tipos de crédito y por la necesidad de aplazar pagos.
El portavoz de ADICAE también se ha referido a cómo los bancos han compensado su reducción de ingresos con el aumento de las comisiones. Según el estudio, la comisión media por mantenimiento de tarjetas de crédito ha aumentado un 76 % entre 2005 y 2012 mientras que en el caso de las tarjetas de débito ha crecido hasta un 98 %. Además y según datos publicados en el estudio, los bancos han incrementado hasta un 88% la comisión por disposición de efectivo a débito en la propia red.
Más comisiones
En el caso de la cuota anual de débito, los 20,25 euros que se cobraban de media en 2012 ya duplicaban a los 10,21 euros de 2005 mientras que las cuota de las tarjetas de crédito en el mismo período han pasado de 21,35 euros de promedio a 37,71. El portavoz de la asociación ha explicado lo que supone este engrosamiento de las comisiones para los afectados y, para ello, se ha referido a la encuesta realizada por la propia asociación entre 3.561 consumidores sobre los hábitos de uso de las tarjetas.
Según Herrero, el estudio revela que el 96 por ciento de los usuarios relaciona la variación de las comisiones con un «aumento claro de los beneficios del banco». Sólo un 8,7 % cree que gracias a ese aumento de las comisiones se ha mejorado la seguridad y un escaso 4,5 % relaciona la variación de las comisiones con una inversión para mejorar el servicio. Herrero también se ha referido a la propuesta de directiva que prepara la Comisión Europea para ver qué se puede cobrar de tasas de intercambio, es decir, las tasas que el banco emisor de la tarjeta abona al banco del comerciante.
El portavoz de ADICAE ha señalado que «la preocupación» de la asociación en este asunto es por las «consecuencias perjudiciales» que pueda tener para los consumidores una subida de las tasas. Por ello, ha explicado que «lo razonable» sería regular las tasas de intercambio pero también «la otra pata de todas estas operaciones», de forma que se garantice que la regulación no tenga efectos perniciosos en los ciudadanos. La asociación ya se ha dirigido a la Comisión Europea y a los eurodiputados españoles de todos los grupos para que, si se sigue adelante con la regulación, que se debatirá el 24 de julio, «se establezcan garantías claras a los consumidores».