Gran parte de la banca mundial está inmersa en un auténtico escándalo financiero, el de la manipulación del Libor en su propio beneficio. El London Interbank Offered Rate (Libor) mide el precio que deben pagar los bancos para pedir prestado a las demás entidades en el llamado crédito interbancario. Según una investigación a escala internacional más de 20 bancos lo han manipulado durante años, pactando los precios que comunicaban a la Asociación de Banqueros Británica.

Este índice sirve para establecer el tipo de interés en contratos que equivalen a más de 260 billones de euros, es decir, cinco veces el PIB mundial. Al igual que el Euribor, es el precio de referencia para hipotecas, préstamos con tarjetas de crédito o préstamos empresariales.

La principal diferencia entre Euribor y Libor es que mientras que el primero sirve de referencia a nivel europeo, el segundo se fija diariamente en Londres. El Euribor está dedicado a los intercambios entre los bancos de la zona del euro y cubre a 43 instituciones, mientras que el Libor es utilizado en especial por los bancos anglosajones, aunque se expresa en varias monedas principales: el dólar, el euro y la libra esterlina, reuniendo de 6 a 18 bancos para cada una. Los rangos de vencimiento de estos préstamos van desde los pocos días a los 12 meses, y ambas tasas se fijan una vez al día. El Libor es, digámoslo así, el ‘hermano pequeño’ del Euribor.

Según la investigación abierta el Banco de Pagos Internacionales recopiló en 2008 numerosas jornadas en las que mientras los riesgos financieros experimentaban una constante ascensión, el Libor permanecía estable. Al parecer entre 2005 y 2008 varios ‘traders’ –encargados de realizar operaciones financieras a corto plazo- de los bancos inflaban el Libor para incrementar sus ganancias en esos préstamos a corto plazo con el exceso de depósitos que generaban cada día. Es decir, hacían subir el Libor de manera ficticia. Desde 2007 lo hicieron al revés, comunicando tipos artificialmente bajos para ocultar la debilidad de sus bancos antes del estallido de la crisis en 2008.

Esto ya ocurrió en España… y nadie lo investiga

En Inglaterra han saltado todas las alarmas políticas e incluso el primer ministro, David Cameron, ha puesto en marcha una investigación parlamentaria instando a diputados y miembros de la Cámara de los Lores a que llamen a testificar a funcionarios, ministros, ex ministros y altos cargos, con el objetivo de que se sepa “toda la verdad cuanto antes”.

En España, lamentablemente, los bancos y cajas de ahorros también manipularon a su antojo los tipos de interés. Hay que recordar la inclusión de las abusivas cláusulas suelo en las hipotecas, limitaciones que las entidades financieras incluyeron de forma generalizada en las escrituras de los préstamos hipotecarios, restringiendo las subidas o bajadas de los tipos de interés; o los clips hipotecarios, un producto de inversión altamente especulativo que las entidades vendieron camuflándolo como un seguro para cubrir al hipotecado ante futuras subidas del Euribor.

De otra manera, pero los dos ejemplos también constituyen una manipulación del Euribor. Y sin embargo las fuerzas políticas se niegan de manera sistemática a investigar el asunto y a adoptar medidas legislativas en favor de la protección de los consumidores como ha pedido ADICAE, que lleva varios años peleando judicialmente contra cláusulas suelo y clips. Lamentablemente, ‘Spain is different’.

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