Pese a la aprobación del Espacio Único Europeo de Medios de Pago, quedan en el tintero diversas cuestiones de máxima importancia para los consumidores europeos en medios de pago.Entre ellos, la creación de un número de cuanta único (al igual que en la telefonía móvil un número de cuenta que se pudiera “migrar” de entidad bancaria sin necesidad de cambiarlo)
También debería delimitarse la responsabilidad de la tarjeta en caso de robo o extravío y su uso fraudulento por terceros, hasta ahora una mera recomendación de la Comisión Europea que los bancos y cajas incumplen en muchas ocasiones. En España estamos a la espera de la publicación de la nueva ley de servicios de pago que incluirá esta medida… pero a cambio permite que se cobre por parte del comercio por el uso de tarjetas. Una medida vergonzosa que supone un paso atrás en los derechos de los consumidores.
Otros problemas con los que se encuentra el consumidor a la hora de usar los medios de pago son la inexistencia de “chip de seguridad” en las tarjetas (a diferencia de otros países que ya la han implantado) y la inseguridad jurídicas en la que se encuentran en el cobro de comisiones, muchas injustas y abusivas.