Para utilizar la aplicación Pokemon Go Pro es preciso tener conectado permanentemente el sistema GPS del teléfono móvil -los Pokemon a cazar se encuentran en la calle-, lo que aumenta espectacular y drásticamente el consumo de datos del teléfono móvil. Aquí es cuando las empresas de telefonía tienen mucho que ganar y el usuario mucho que pagar, puesto que la mayoría de los operadores cobran, por defecto, por el exceso del consumo de datos de la tarifa que tengamos contratada. Habitualmente cobran en torno a los 3 céntimos de euro por cada mega consumido de más.
Los usuarios de esta aplicación deberían ponerse en contacto con su compañía telefónica para bloquear el pago por el consumo excesivo de datos y pidan a sus operadores que, en lugar de cobrarles por el exceso en el consumo, les reduzcan la velocidad de su conexión. Así, los usuarios de Pokemon Go Pro podrán seguir cazando Pokemons, pero con la tranquilidad de que no van a recibir una factura elevada.
Las tarifas de datos tienen el problema de que es complicado cuantificar cuántos megas se consumen diariamente. Por ello, es vital que el usuario consulte desde la aplicación de su compañía el consumo aproximado acumulado (aunque habitualmente se recibe una notificación cuando se alcanza el 80% del bono contratado y el 100%), y conocer qué ocurre cuando se agotan los gigas de la tarifa. Ante todo, para que los usuarios puedan ajustar el precio, es necesario que contraten una tarifa que se ciña a sus necesidades y elegir que, cuando se exceden los megas consumidos en relación a los contratados, se reduzca la velocidad sin que la factura se vea aumentada.
Ojo: jugar con dinero real
Asimismo los usuarios de Pokemon Go Pro deben tener en cuenta que el uso intensivo del GPS disminuye enormemente la duración de la batería. Finalmente, también es preciso advertir de que conforme se va avanzando en el juego, éste ofrece la opción de efectuar pagos dentro de la aplicación para capturar más Pokemon y hacerlo de modo más rápido. Los usuarios deben ejercer un consumo responsable y no caer en el ‘consumo compulsivo’: aunque no vean salir el dinero de su bolsillo físicamente, éste sí estará saliendo de su cuenta bancaria.
Además, también es preciso advertir de que esta aplicación ya había sido ‘hackeada’ para que pudiera usarse desde países como España, donde la versión oficial se ha lanzado este 15 de julio. Si los ‘hackers’ han conseguido hackearla para esto… ¿qué seguridad tiene el usuario de que no podrán acceder a sus datos bancarios?
¿Dónde denunciar si soy víctima de un fraude?
Si el usuario tuviera algún problema con este, u otros juegos ‘online’, le asisten unos derechos que debe conocer y explicamos a continuación.
El Observatorio de Internet es una iniciativa de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) para la protección del consumidor en Internet y combate los fraudes electrónicos para fomentar el consumo responsable. Este organismo público gestiona las reclamaciones relacionadas con servicios ‘online’ e intenta encontrar una solución amistosa entre las partes.
El consumidor también puede acudir al Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, que disponen de un formulario ‘online’ donde pueden denunciar o informar sobre todos los abusos en Internet que haya detectado el consumidor.
En el caso de páginas webs o aplicaciones lanzadas en España o en Europa, aunque sean videojuegos ‘online’, al tratarse de una transacción comercial en la que el jugador paga por comprar un producto digital (una armadura para un personaje, una mejora, etc), tienen competencia las administraciones de Consumo de cada comunidad autónoma, ya que hay que contemplarlo como un servicio que no conlleva un beneficio económico en forma de premio como es el caso de bingos, loterías, apuestas y similares.
En estos casos, el proceso de reclamación es el habitual en los temas de consumo: primero se presenta una reclamación al Servicio de Atención al Cliente de la compañía; transcurrido un mes, si no hay respuesta o esta no satisface al cliente, podrá dirigir sus reclamaciones al Observatorio de Internet o a la administración de consumo aportando toda la documentación necesaria.
En caso de necesitar ayuda o información, el consumidor también puede pasarse por cualquiera de las sedes de ADICAE, donde le asesorarán y guiarán en su reclamación.