El nuevo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dio una de cal y otra de arena en su debate de investidura, en relación a la protección de los consumidores y usuarios de servicios financieros.
La de cal fue que está dispuesto a estudiar los problemas más inmediatos que les aquejan, como el sobreendeudamiento y su resultado más sangrante: los embargos y consecuentes desahucios por impagos en las hipotecas. Mientras que la de arena correspondió a la forma en que afrontará ese problema: a través de una ‘subcomisión’ que analice el cambio del modelo hipotecario que estudiaría, entre otras cosas, la dación en pago.
Esa medida supone retroceder a septiembre pasado cuando el anterior Parlamento también estudió dicho cambio en la Subcomisión de Estudio y Posible Reforma del Sistema Hipotecario español, en la que participó ADICAE y cuyas conclusiones quedaron en agua de borrajas ante la convocatoria de las últimas elecciones y gracias a la pasividad del anterior Gobierno.
De esta manera, el recién nombrado presidente del Gobierno ha echado un jarro de agua fría sobre los consumidores que se encuentran hipotecados y que tienen problemas para hacer frente a los pagos. Un colectivo que no deja de crecer y cuyo endeudamiento global en situación de duda asciende a 131.908 millones, según los datos a octubre facilitados por el Banco de España.
Por otra parte Mariano Rajoy, en su línea habitual de no cerrar compromisos firmes, dejó claro que no tiene preferencia entre las hipotecas con dación en pago y las que no la incluyen. Rajoy especificó que es partidario «de la libertad de elección de modelos» de hipotecas cuya garantía sea exclusivamente la propia vivienda (dación en pago) o con todo el patrimonio del deudor. En resumen: seguirá dejando total libertad a la Banca para que acepte o no la dación en pago. El resultado, desgraciadamente, es conocido por todos.
Por otra parte, el candidato también indicó que esa futura subcomisión también sería la encargada de estudiar las cláusulas suelo, aunque, en este caso, no hizo más comentarios sobre si es favorable o detractor de las mismas. Es preciso recordar que el Partido Popular presentó en el Senado, a instancias de ADICAE, una proposición de Ley en la que se pedía regular el carácter abusivo de las cláusulas suelo de las hipotecas. Fue el 22 de julio de 2010, entonces con el PP en la oposición. Entonces los 120 votos a favor fueron por parte del Partido Popular y de un senador del Grupo Parlamentario Mixto; y los 132 en contra de PSOE, Grupo Entesa Catalana, Grupo CiU y Grupo Senadores Nacionalistas. Desde ADICAE esperamos que, ahora en el Gobierno, el PP siga manteniendo la misma postura…
Más burbuja inmobiliaria
Sin embargo, lo que Mariano Rajoy dijo en otro momento de su intervención puede dar pistas de sus intenciones. Anunció que haría realidad uno de los compromisos de su programa electoral que preveía el restablecimiento de las desgravaciones fiscales por la compra de vivienda, una medida que, junto a otras, está en la base de la burbuja inmobiliaria cuyas consecuencias están pagando los consumidores y el conjunto de los ciudadanos.
En esa línea de favorecer la reactivación del negocio inmobiliario y del ladrillo, el ahora presidente recordó la necesidad de culminar el proceso de reestructuración de la Banca y hacerlo, simultáneamente, con la clarificación del valor de los activos inmobiliarios que tienen contabilizados en sus cuentas.
En ese sentido, el líder del Partido Popular indicó que la adopción de esas medidas supondría «la asunción de pérdidas latentes u ocultas en los balances, por lo que es inevitable una nueva oleada de reestructuraciones que dará lugar a más fusiones y necesidades de capital». Lo que no indicó es quién asumirá esas pérdidas.
