En multitud de ocasiones los consumidores ignoran la regulación y se dejan dirigir por la buena fe de quien comercializa el producto. Sin embargo, la experiencia demuestra que la desinformación es una de las lagunas que aprovechan las entidades para someter a abusos a sus clientes. Uno de los principales objetivos de ADICAE es potenciar la actitud crítica y proactiva de los consumidores, por ello aconsejamos tener en cuenta estas advertencias y evitar fraudes.

Producto innecesario

Las entidades financieras siempre intentarán venderte un producto, independientemente de que no lo necesites o no se ajuste a tus necesidades como ahorrador. Para ello, recurren a técnicas tan despreciables como facilitar información falsa, incompleta e incluso eclipsar la información relevante tras obsequios llamativos. Las características del producto, las comisiones, la rentabilidad, liquidez o riesgo deben ser detallado de forma exacta. No contrate si no tiene toda la información y sin estar seguro de haber comprendido todos los conceptos.

Comisiones con trampa

Otro de los usos más extendidos es el cobro de comisiones abusivas. En ellas encontramos las comisiones por descubierto, que llegan a convertirse en penalizaciones abusivas cuando su importe es desproporcionado, además su aplicación automática por parte de la entidad bancaria también corresponde a una mala praxis. En caso de encontrarse en esta situación, deberá reclamar. También se trata de comisiones abusivas las cobradas por mantenimiento de una cuenta, en el caso de que ésta haya sido abierta por imposición de la entidad o para abonar exclusivamente los intereses de un depósito. Además tendrá que estar muy atento al doble cobro de comisión por un mismo concepto que, sin embargo, nombran con diferente denominación. Si no está claro el concepto del cobro, o es similar a otro, no dudes en reclamar.

Las hipotecas o ese como campo de minas

Al mismo tiempo, las formalizaciones de las hipotecas es el terreno donde las entidades tienden a hacer su agosto. Por medio de argucias como ocultar y/o minusvalorar información relevante y a través de una redacción enmarañada, las compañías bancarias tratarán de imponer un desembolso mayor del que en realidad debemos efectuar por el préstamo.

Como hemos advertido, la temprana detección de estas tretas es importante y en el caso de las hipotecas será necesario atender de forma muy especial a los diferenciales, es decir, al porcentaje que impone la entidad y al que se le añade un tipo de interés oficial. En un contexto futuro la subida de estos tipos de intereses pueden dispararse de forma insostenible. También deberemos ser cuidadosos cuando pretendan imponer productos vinculados no obligatorios, en este punto es fundamental saber que sólo el seguro de daños (incendios) sobre la vivienda es obligatorio contratarlo.

Créditos en horas y pérdida de tarjetas que pasan factura

Otra modalidad sensible a causar estragos en sus clientes es en la contratación de créditos rápidos y el extravío de tarjetas. Estos préstamos inmediatos resultan una tentación por la rapidez en obtener efectivo, sin embargo, los intereses son tan elevados que puede resultar imposible afrontarlos a medio y largo plazo. La pérdida de tarjetas también es fuente de conflictos ya que algunas entidades imponen un aviso de 24 horas tras pérdida, cuando, en realidad, esto no se ajusta a la normativa. Una vez hecho el aviso, cualquier uso fraudulento de un tercero es responsabilidad de la entidad. Hasta entonces, en general los consumidores sólo asumimos hasta 150 euros. En el supuesto de que nuestra tarjeta haya sido utilizada para compras on-line el cargo puede sernos devuelto y ser abonado de forma inmediata.

Los seguros

Y para finalizar este top ten de atropellos de las entidades financieras a sus clientes, nombraremos a las aseguradoras. El mayor número de reclamaciones por parte de los consumidores surgen a partir de los seguros de hogar ya que las cláusulas limitativas y delimitadoras que aparecen en las pólizas son tan ambiguas que las compañías se eximen de cumplir sus compromisos. Tampoco se quedan atrás los seguros de enfermedad y asistencia sanitaria. Los problemas en este ámbito vienen provocados por la subida de las primas y la negativa de las compañías a prorrogar los contratos al asegurado cuando éste alcanza una edad elevada o bien por un incremento de su siniestralidad.

Ante lo hechos descritos, un consumidor crítico debe actuar con precaución ante todas estas posibles artimañas y pedir orientación a asociaciones de defensa al consumidor como ADICAE antes de firmar cualquier documento que lo vincule a la entidad. A través del material divulgativo a disposición y el asesoramiento en las reclamación, además del fomento de la denuncia colectiva y extrajudicial conseguiremos, entre todos, acabar con la mala práxis y abusos constante de las grandes corporaciones. No deben desalentarnos la desigualdad de condiciones que se nos presenta como “natural”. “De pequeños principios resultan grandes fines” y así lo hemos demostrado en la batalla contra las preferentes de Bankia y la devolución de las cláusulas suelo.

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